El escenario político electoral la semana previa a las elecciones será una tensión entre la realidad y las encuestas:
1.- El enojo, rayando en irracionalidad, de Yeidckol Polevnsky el lunes al afirmar que López Obrador ya ganó porque así lo dicen las encuestas y que cualquier resultado adverso será fraude y se les aparecería el diablo sólo indica la preocupación de Morena por la movilidad negativa de los sondeos en la última semana electoral.
2.- Entre ciudadanos que se niegan a responder a las encuestas, electores que no dicen por quién votarían y modelos de agregadores que suben votaciones por fórmula matemáticas, las encuestas están lejos de reflejar la realidad.
3.- A ello se agrega la proyección llamada efectiva, distribuyendo los indecisos o quitándolos de las sumas. Ahí López Obrador llega hasta 54%, pero es una formula matemática. En sus últimas encuestas, Consulta Mitofsky se burla de esta consolidación: registra preferencia “efectiva” eliminando indecisos, “sólo para comparativos con otras encuestas que las presentan así”.
3.- En preferencia bruta hay distorsiones. En la última encuesta de Consulta, López Obrador aparece con 37.7%, apenas 2.4% de lo logrado en 2006 y 6.1 puntos más que en el 2012 ante Peña. Es decir, con todo y la parafernalia del pejismo, el aumento en tendencia de votos es poco.
4.- Otro dato revela la existencia de un bloque grande de votos sin pronunciarse. En la de Consulta, el PRI tiene 17.7% de los votos, 20.5 puntos menos del 38.2% conseguido por Peña en el 2012. Y el PAN registra hoy 20%, 5.7 puntos menos que los 25.7% de hace seis años. Por tanto, hay 26.2 puntos de votantes PRI-PAN del 2012 que no aparecen porque Si López Obrador sube de 31.5% en 2012 a 37.7% en 2018 y sólo gana 6.2 puntos porcentuales. El 20% de votantes PRI-PAN del 2012 no votará por López Obrador.
5.- En estos datos últimos se basa la preocupación de Morena, López Obrador y Polevnsky: 20 puntos porcentuales electorales de votos a PAN y PRI que no se han ido ni se irán con López Obrador y que pueden fortalecer al segundo lugar, sean Meade o Anaya.
6.- A estas cifras de votos flotantes que pueden ser anti AMLO, hay otros datos que aumentan la incertidumbre en el conteo de las encuestas. En 2012 el PRI de Peña ganó 32% de los votos y 5.5 puntos adicionales los aportó el Verde. Y López Obrador tuvo 22% sólo por el PRD. La encuesta de Coparmex 2018, la única que ha indagado esa parte, señala que el PRD le aportaría al candidato PAN-PRD sólo 1.4% Y Meade sólo registra 1% de votos del Verde y 0.2% del Panal. Si los coaligados salen a votar el domingo igual que en el 2012, entonces las cifras finales podrían dar una voltereta a las encuestas.
7.- López Obrador, según Polevnsky, ya ganó la elección porque así lo dicen las encuestas, pero las encuestas tienen errores y distorsiones. La preocupación de Morena, López Obrador y Polevnsky radica en el hecho de que apenas tienen cubiertas el 60% de las casillas y podrían perder con maniobras en el 40% restante.
8.- Como decía el beisbolista Yogui Berra, esto no acaba hasta que acaba.
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Política para dummies: La política es el reino de la realidad, no el país de los sueños.
Si yo fuera Maquiavelo: “No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes, pero es indispensable que aparente poseerlas”.
Sólo para sus ojos:
- Recuerde revisar todos los días el sitio seguridadydefensa.mx para enterarse de los juegos geopolíticos de poder.
- Muy a tiempo para informarse antes de votar, apareció ya el libro La crisis de México… más allá del 2018, de Carlos Ramírez, con prólogo del politólogo José Luis Reyna, de venta en las librerías Porrúa de todo el país. Y sigue también en venta La silla endiablada, con datos políticos de los candidatos, en tiendas Sanborns.
- Sin ningún programa de emergencia ante la violencia del crimen organizado contra instituciones, ahora balacearon la casa de gobierno de Tamaulipas. Y siguen matando a candidatos. Lo extraño es que ocurren en todo el país, sin que pareciera haber una lógica o un solo grupo criminal detrás.
- Detrás de las huelgas en Argentina contra la política económica neoliberal se encuentra también la estrategia peronista de debilitar al presidente Macri por sus acusaciones contra la ex presidenta Cristina Kirchner. Las centrales obreras que impulsan el paro son peronistas.
- Famosas últimas palabras: “No se atrevan a hacer fraude porque se van a encontrar con el diablo”: Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena.
@carlosramirezh