Fotografía: HS FOTOGRAFÍA
Se requiere tan poco esfuerzo
para encontrar tu voz.
Se necesita hambre y terquedad,
escaso ingenio
para abrir la piedra con tu cabeza.
Hay mañanas claras de sol intenso
en que el demonio te persigue.
Hay noches frías de angustia y desesperación,
sombras, hay amores desbalagados.
Sólo necesitas estar dispuesto a salir y sentarte
en la piedra junto al camino.
Ofrecer tu hambre a tu voz,
tu sueño a tu voz.
Un día aparecerá algo sobre la hoja oscura,
será tu voz que se levanta del hambre y el miedo
para juntarse con las letras
como una letra más
que se hunde
en el caudaloso río
de las palabras.
Será jueves,
no requieres mucho
para alcanzar las palabras,
quizá un poco de mezcal
en el té zacate limón del almuerzo,
un revólver, pastillas,
otro poco de noche.
Se requiere tan poco talento
para esperar
el silencio.
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Frente al diluvio las hormigas meditan, inmóviles concretan el rito de su certeza.
(las hormigas sueñan con el diluvio
donde todo se sumerge y flota
como en el tibio huevo).