OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).-A 31 años de que la UNESCO declaró al centro histórico de la ciudad de Oaxaca y a la zona arqueológica de Monte Albán como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es necesario que la ciudadanía respete y preserve el legado que han forjado generaciones de oaxaqueños para vivir en una ciudad que por su trazo cosmogónico y astronómico fue aprovechado por el alarife Alonso García Bravo para hacerla una ciudad moderna.
Este 11 de diciembre como el de 1987, la capital reafirma una vez más su distinción por el organismo de las Naciones Unidas que la reconoce por ser una ciudad que se caracteriza por sus edificios religiosos y civiles construidos durante la Colonia y el siglo XIX.
El Cronista de la Ciudad, Jorge Bueno Sánchez, refirió que 31 años significan trabajo, lucha y esfuerzo de las autoridades de los tres niveles de gobierno para preservar y conservar el corazón de la verde Antequera que se distingue por un cielo de zafiro y como lugar apto e ideal para recuperar la salud.
“La edificación castiza y española en el aspecto arquitectónico, religioso y civil representa un trabajo de muchas generaciones en las que si la naturaleza se empeñaba en destruir, hombres como Manuel Fernández Fiallo se empeñaban en reconstruir; la suma de esfuerzos de todos estos oaxaqueños y seres humanos que llegaron a establecerse en la ciudad de Oaxaca es loable, memorable pero sobre todo herencia que debemos compartir a nuestros hijos y siguientes generaciones”, destacó el cronista.
Sin embargo, aclaró que en la actualidad se obstaculiza con modas y el surgimiento de otras manifestaciones que destruyen lo edificado, preservación que también engloba a las celebraciones representadas en calendas, la noche de rábanos, Donají, Guelaguetza, entre otras. “Por eso Oaxaca es considerada la reserva espiritual de la mexicanidad”, dijo.
En este tenor, Bueno Sánchez evocó a que los destructores se abstengan de actuar para que lo que construyen de día las personas que aman Oaxaca no lo destruyan en la noche al amparo de la sombra quienes solo buscan beneficios personales.
“Tengo la oportunidad de que cuando me solicitan un paseo para recorrer histórica y cronológicamente algún inmueble de la ciudad recuerdo la historia y la traigo a la palestra, por tanto, vuelvo a vivir intensamente y con emoción lo que ha sido Oaxaca”, remató.