SAN DIONISIO OCOTEPEC, Tlacolula (sucedióenoaxaca.com).- La sede de la banda de música infantil y juvenil Rts+’ bki’ch shtil / La voz del cenzontle es una casa particular con un enorme patio, situada a unas cuantas cuadras del palacio municipal.
Ahí, mientras sus hijos ensayan el repertorio que interpretarán en el concierto de presentación de los nuevos integrantes de la agrupación, un ejército de mujeres conversan en zapoteco al tiempo que preparan más de mil tamales y un enorme recipiente de atole para obsequiar al público asistente.
El director de la banda, Martín Hernández Hernández, repite con sus alumnos una y otra vez las partes que no le satisfacen del todo. Los más pequeños, Ometl Antonio José González, en la tarola, y Hugo Emmanuel Hipólito Cruz, en la trompeta, ambos de cinco años, asumen con gran seriedad el ensayo.
En esa pieza grande, cuyos muebles fueron arrinconados para dar espacio a los atriles, instrumentos, sillas y músicos, se forman niñas y niños en una disciplina que, sostiene el maestro Martín, les permitirá “ser personas con capacidades para remediar las distintas adversidades de la vida diaria”.
Afuera, en el patio, afanosas madres, y laboriosos padres de familia colaboran en todo lo necesario para que sus hijas e hijos encuentren en la música un oficio que les pueda garantizar el sustento, para que no emigren, o engrosen las estadísticas del desempleo o sean obreros mal pagados.
Así es y ha sido desde hace cuatro años, cuando la institución dejó de contar con el respaldo de la autoridad municipal y fue rescatada por padres y madres de familia que se comprometieron con el maestro Martín a poner todo su empeño para sostener este proyecto que les da esperanzas a ellos y a sus hijos por un futuro digno.
“Y han cumplido su palabra” expresa satisfecho el maestro Martín Hernández Hernández, músico mixteco originario de Santiago Ixtaltepec, perteneciente a Nochixtlán, quien además menciona que desde 2015 cuentan con el respaldo del Centro Familiar y Cultural Istmo A.C., compuesta por personas comprometidas con la cultura que desde la Ciudad de México apoyan con becas del 50 la mayoría de sus alumnos, y del 100 por ciento en el caso de niños huérfanos o verdaderamente imposibilitados para pagar una modesta cuota.
Detalla que la banda comunitaria “La voz del cenzontle” se compone actualmente de 32 integrantes cuyas edades van de los 4 a los 18 años. En cuatro años como institución independiente se han presentado en escenarios de la Ciudad de México, Puebla, Chiapas, Guanajuato, Veracruz y en la ciudad de Oaxaca.
Ahora mismo se preparan con vistas a sus próximas presentaciones en la Ciudad de México, el 26 de mayo en el Centro Cultural Pedregal, y el 27 en el Centro Quetzalcóatl, cuyas entradas ya se encuentran a la venta en Ticketopolis. Conciertos organizado por el Centro Familiar y Cultural Istmo A.C.
El domingo 29 de abril “La voz del cenzontle” brindó un concierto en el foro al aire libre de la explanada municipal, donde dio a conocer a 18 integrantes de la cuarta generación de alumnos, quienes realizaron diversas interpretaciones por secciones a manera de graduación.
Se presentaron un dúo de flautas y otro de clarinetes; un dúo de saxofones y un ensamble de metales; así como variadas piezas como Rumba-cumbia y Noche de lluvia de Fernando Inés Velasco, composiciones infantiles del maestro Martín Hernández como Cienpiés, El zancudito y La tablita, para cerrar con la romanza rusa Ojos negros.
Martín Hernández, formado en su pueblo con su tío José López Hernández y egresado del CECAM de Tlahuitoltepec, entre cuyos maestras destacan Leticia Gallardo y el pianista Francisco Cruz Romero, comenta que como resultado del trabajo comunitario de la banda de música, actualmente uno de sus ex integrantes forma parte de una agrupación musical en San Luis Potosí y dos trabajan en el extranjero. Otros ex alumnos realizan estudios superiores de música en la escuela Ollin Yoliztli en la capital del país, y un tubista en la Facultad de Bellas Artes en la ciudad de Oaxaca. Además de tres ex integrantes que se profesionalizan en Los Angeles, en la unión americana.