UNIÓN HIDALGO, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- El mural dedicado a las y los artesanos tiene como imagen central a Catalina Antonio Méndez, artesana de la palma que vive y radica en Unión Hidalgo, una comunidad indígena en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Doña Catalina aprendió a tejer la palma desde muy pequeña, con sus familiares que se dedicaban a la misma labor, como parte de una tradición que se ha ido transmitiendo de generación en generción hasta llegar a ella, quien hoy en día tiene 75 años de edad.
Más de la mitad de su vida, doña Catalina ha dado forma con sus hábiles manos a múltiples utensilios domésticos creados con esta fibra natural conocida como palma, que desafortunadamente con el paso del tiempo ha sido sustituida por utensilios con las mismas características y diseños , pero ahora hechas por el “monstruo” de la industria en plástico.
Catalina, Na Cata, como es conocida en su comunidad, ha elaborado petates, artefactos ancestrales y emblemáticos desde tiempos prehispánicos, así como tenates o tortilleras, y abanicos, conocidos comúnmente como sopladores, todos tejidos con palma.
Las y los artesanos de Unión Hidalgo consiguen su materia prima en el área natural conocida como “El palmar”, ubicada al cruce del río Espíritu Santo que cruza en la comunidad. Dicho sea de paso, algunos lugareños han tratado de que sea reconocida como área protegida, debido a la gran diversidad de flora y fauna en peligro de extinción en la zona, ya que en algunos trienios han tratado de consolidar un basurero en dicha zona, así como instalar empresas Eólicas para derribar y acabar de una vez por todas con el área natural.
“Hablar de artesanías en palma es hablar de la lucha diaria por la vida, buscar el sustento familiar con la materia prima que la tierra tan generosa siempre provee; conlleva una resistencia desde hace mucho tiempo, donde el arte de tejer las fibras naturales se consideraba un regalo de los dioses prehispánicos, es por eso que desde que yo comencé en este maravilloso camino del arte como creador, tenía en mente rendirle un tributo a mi abuela y a muchos artesanos que como ella, agradecen siempre a la madre tierra por proveernos de lo indispensable”, comenta Pedro Hernández, uno de los ceradores del mural.
Para hacer el mural, los artistas cisuales Pedro Hernández y Emigdio Alonso se basaron en una fotografía del fotoperiodista Jacciel Morales, los tres oriundos de Unión Hidalgo, en el cual se plasman tres tonalidades de verde principalmente, que derivan del proceso de crecimiento en dicha planta.
En primer plano se encuentra a Na Cata tejiendo un petate, y a sus costados, tenates y sopladores. El mural toma mayor relevancia por la ubicación de la obra, pues se encuentra a un costado del mercadito 7 de Noviembre, lugar emblemático para muchos comerciantes de la comunidad, ya que es ahí donde se dan cita diariamente para ofrecer sus productos para el sustento de sus familias, y donde también Catalina vendió por mucho tiempo.
Debido a la pandemia de COVID-19 que azota hoy en día en todo el mundo, Na Cata ha reducido su producción y ya no sale a vender, se queda en casa pues siendo ya de la tercera edad es vulnerable. Ella se encuentra en la misma situación de muchos artesanos hoy en día, que debido a la pandemia han recibido un duro golpe en su economía y la de sus familias que dependen de esta labor ancestral, y que reciben poco apoyo de las autoridades gubernamentales.