MABETH AQUINO/Fotografía: FERBUKI GONZÁLEZ
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- “Enrique, Enrique”, fue el grito que inundó el Auditorio Guelaguetza la noche del jueves 11 de octubre, donde el cantante y compositor español Enrique Bunbury se presentó por primera vez en esta ciudad.
Con 15 minutos después de las nueve de la noche, Bunbury salió al escenario para comenzar con “La ceremonia de la intuición”, la primera de 17 canciones que hicieron vibrar al público durante dos horas y media.
“Oaxaca buenas noches. Es un inmenso placer estar con todos ustedes. Venimos con un nuevo disco Expectativas y por supuesto, haremos un recorrido por todos las épocas”, expresó el cantautor al inicio de su presentación.
Así le siguió “La actitud correcta”, “En bandeja de plata”, “Cuna de Caín” y “Parecemos tontos”, para después, como lo señaló Bunbury, “vamos hacer una canción de los tiempos prehistóricos”, que fue “El mar no cesa”.
Después siguieron “El anzuelo” y “El rescate. En cada melodía, Bunbury entregaba su cuerpo al ritmo, casi como contorsionista doblaba sus piernas y echaba su cuerpo hacia atrás, mientras que su rizada cabellera se agitaba en el aire al ritmo de las notas.
“Despierta” fue la melodía siguiente que interpretó para después tomar la guitarra y cantar “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, una de las coreadas de la noche y seguió con “Hay muy poca gente”.
“Vamos a dedicarle una canción a María Sabina”, dijo Enrique Bunbury, para cantar “Héroe de leyenda”, que hiciera famosa con su grupo Héroes del Silencio.
“No sabemos bien que pasó, creo que la lluvia algo afectó. Sigamos hasta el final del concierto”, dijo Bunbury a sus fans que llenaron el Auditorio Guelaguetza.
Así, hizo su aparición con un clásico sombrero y una mascada blanca, para interpretar “Mar adentro» y presentar a su banda Santos inocentes.
Entonces Enrique Bunbury dejó el escenario para bajar junto a los asistentes de la primera fila, a quienes saludó y estuvo cantando frente a ellos “Apuesta por el rock’nroll” y “El extranjero”.
Se despidió del escenario, pero al coro de “Enrique, Enrique”, sus músicos tomaron sus instrumentos para interpretar “Lady blue”, canción representativa de su carrera como solista.
Dos horas después agradeció a los asistentes y dijo: “Fue un inmenso placer tocar para ustedes” y cerró con “La constante”.
Fue así como Enrique Bunbury llenó de energía e hizo vibrar a un Auditorio Guelaguetza totalmente lleno con un público que coreó cada canción y aplaudió el show.