VILLA DE ZAACHILA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- Esta localidad zapoteca se distingue por sus costumbres, música, tradiciones y artesanías, pero también por sus mercados.
En el corazón de su municipio se encuentra uno de estos donde se respira el verdadero espíritu de sus habitantes a través de aromas, colores y el bullicio constante de los vendedores que cautivan a sus visitantes.
Poco antes de las 7:00 de la mañana, los locatarios del emblemático mercado Alarii, empiezan a acomodar estratégicamente sus productos, en su mayoría, frutas y verduras cosechados por ellos mismos.
Las vendedoras de tortillas hechas a mano, calientitas como lo pide el cliente, están listas en los pasillos desde las primeras horas de la mañana hasta el atardecer, cuando arriban las vendedoras de toda clase de postres: tejocotes y garbanzos en almíbar, arroz con leche y pastelillos. Y qué decir de la apreciada carne fresca, quesillo, mole, especies, entre otros productos.
En el exterior, las y los visitantes pueden disfrutar de un buen platillo regional las fondas que tientan al paladar con el tradicional mole negro, el coloradito, verde de espinazo, estofado, frijoles con pata y caldo de pollo.
La visita a este mercado resulta una experiencia inigualable, además de que resulta obligatoria de la población en la ruta turística de los Valles Centrales de Oaxaca. Como obligatorio es alimentar cuerpo y alma, sobre todo en estos tiempos que corren.