Fotografía: FORBES
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Francisco Toledo, el artista plástico reconocido por su obra plástica, pero también por su activismo en pro de la conservación de la cultura y la ecología, fue el gran artífice de una indiscutible transformación del centro histórico de la capital oaxaqueña donde cada una de las casas que fueron habitadas por él y su familia terminaron por convertirse en centros culturales.
Con raíces en Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, aunque él nació en la Ciudad de México el 17 de julio de 1940, Toledo estudió en la Escuela de Bellas Artes de Oaxaca, posteriormente ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA, y entre 1960 y 1965 residió en París. A principios de los años 80 retornó a su tierra, Juchitán, donde fundó la Casa de la Cultura, y a finales de esa década se instaló en la ciudad de Oaxaca.
Hacia 1990 Toledo fundó el Instituto de Artes Graficas de Oaxaca (IAGO), con respaldo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), sobre la calle de Macedonio Alcalá, inmueble donde tenía su taller y habitaba con su familia. EL IAGO alberga actualmente una biblioteca especializada en arte, las más grande de América Latina, y una galería de exposiciones que cuenta con un acervo compuesto por la obra gráfica que el artista reunió a lo largo de su vida, en el que figuran obras de Picasso, Miró, Chillida y Tapies.
Posteriormente Toledo se fue a vivir a un inmueble localizado en calle de García Vigil 817, en el barrio conocido como Los Arquitos de Xochimilco. Luego de algunos años este inmueble se convirtió en el Cine Club El Pochote que ofreció durante 17 años funciones gratuitas de cine, con un amplio catálogo de cintas de autor, nacionales y extranjeras. En el mismo edificio Toledo alentó la instalación de un Tianguis ecológico donde se expendían comestibles 100% orgánicos. De dicho tianguis se desprendieron tres mercados orgánicos que actualmente funcionan en la capital oaxaqueña.
Toledo y su familia se mudaron nuevamente a una vivienda temporal, mientras se hacían las reparaciones necesarias a su nueva casa, situada sobre la calle M. Bravo 116, esquina García Vigil, pero una vez restaurada, decidió mudar a este sitio el Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo” que venía operando desde 1996 sobre la calle de Murguía.
Entre sus varias mudanzas, el artista plástico, sin descuidar su obra creativa, cuyo producto le permitió financiar parcialmente los sitios culturales que impulsaba, fundó el Centro de las Artes San Agustín, Etla, en 2006, donde una antigua fábrica textil es hoy un imponente conjunto arquitectónico dedicado a impartir cursos de diseño, literatura y fotografía, y donde se ofrecen espectáculos culturales y conciertos.
En 2011 Francisco Toledo abrió al público la Biblioteca del IAGO especializada en literatura en un espacio situado sobre la avenida Juárez número 203, sitio que alberga también la Fonoteca “Eduardo Mata”, fundada en 1997 y hospedada por más de diez años en el Centro Fotográfico Álvarez Bravo.
Hasta el final de sus días, el 05 de septiembre de 2019, el centro de operaciones de Francisco Toledo fue su primera vivienda en Oaxaca, su casa, su oficina, el IAGO, sobre el andador turístico de Alcalá, frente al Centro Cultural Santo Domingo. Por ahí se le veía caminar cualquier día, a cualquier hora, con su aspecto desaliñado y su vestimenta blanca. Nadie imaginaría por su aspecto que su obra plástica fuera quizás la más cotizada de los artistas latinoamericanos.