OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Experto en turismo y empresario del ramo de alimentos, Luis Felipe Sigüenza Acevedo sostiene que el arte y la cultura son las fortalezas de cualquier negocio del ramo turístico en Oaxaca, por lo que considera que es es una obligación moral, y una necesidad, “apoyar la estabiliad del sector cultural”.
El patrocinador solidario de la iniciativa “Círculos Virtuosos” impulsada por el colectivo de artistas plásticos “Oaxaca de mil colores”, que han apoyado a personas afectadas por la pandemia, como médicos y enfermeras, a quienes donaron cubrebocas, y ahora con comunicadores del medio cultural, recalca que la pandemia debe servir para la toma de conciencia de lo que significa ser un empresario turístico en Oaxaca.
“Debemos vincularnos de una manera más generosa. Las soluciones vienen de lo pequeño, no de la macroeconomía, no de lo ambicioso; es importante reflexionar que si bien hay modelos industriales del turismo, habemos otros modelos, y el de Oaxaca no necesita industralizar su turismo. Oaxaca no es un destino para la pachanga, la borrachera y la comida rápida”, considera el propietario de Jaguar Yuú Café, un sitio abierto a exposiciones y a otras expresiones artísticas como la música y el teatro.
En entrevista colectiva vía internet, Luis Felipe Sigüenza, presidente de la Comisión de Turismo Cultural y Religioso de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo de la República Mexicana, fue enfático en el sentido de que el sector turístico en la era postcovid debe reconfigurarse para lograr ser competitivo, generar una economía circular y hacer un uso respetuoso de las identidades y los bienes culturales del estado.
Para lograrlo, enfatiza, debe haber, en primer lugar, un fortalecimiento de la gobernanza para que exista un mejor entendimiento y coordinación entre empresariado, gobierno, academia y sociedad; en segundo lugar, tiene que operar con legalidad, cumpliendo normas, reglamentos, protocolos y respetando todos los marcos jurídicos.
De igual forma debe imperar la ética, no solo cumplir la ley sino además generar confianza garantizando la inocuidad y sanidad de los espacios, los servicios y los bienes turísticos; y además debe reforzarse la pequeña economía comprando insumos a proveedores locales y no a los grandes establecimientos transnacionales o tiendas departamentales.
“Hay que voltear como empresariado turístico a las personas más necesitadas, a la gente del campo; no olvidemos que todos somo hijos o nietos de gente de las comunidades. Tal vez sea más barato comprar el tomate que viene de Puebla, pero si empezamos a comprar a los productores de tomate de los valles de Oaxaca, al subir la demanda bajará el precio y ambos tendremos beneficio”, expone.
Por último, menciona que en estos momentos Oaxaca debe enfocarse al turismo nacional que aporta más de 8 millones de buenos visitantes, y prepararse para la reapertura con el criterio de que, insiste, que el estado es un nicho del turismo cultural.
Luis Felipe Sigüenza hizo una invitación a prestadores de servicios turísticos locales, a instituciones culturales y a la comunidad artística, a solidarizarse en estos momentos con medios de comunicacion que, como Sucedió en Oaxaca, promueven la cultura sin recibir, en la mayoría de los casos, una retribución.
Una forma de apoyar es adquieriendo obras de arte destinadas para tal fin por creadores del colectivo “Oaxaca de mil colores”, a la venta en la galería digital Piso Roma.