MARIANA YÁÑEZ UNDA*
El 10 de junio pasado, cuando se cumplían exactamente nueve años de la reforma constitucional de 2011, presenciamos, a través de la transmisión en vivo por Youtube que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió una histórica sentencia para la protección de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas de este país.
El más alto tribunal del país concedió el amparo a Litigio Estratégico Indígena A.C. y ordenó al Congreso de la Unión, crear la Ley Federal de Consulta Previa, Libre, Informada, de Buena Fe y con pertinencia cultural para los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas de México. Lo anterior, en virtud de que el Congreso de la Unión fue omiso durante 18 años en crear la ley de consulta previa.
El tema de la consulta indígena no es nuevo para la SCJN. Ya había emitido sentencias contra diversas autoridades que habían autorizado megaproyectos sin consultar a los pueblos indígenas. Cito como ejemplos los casos del Acueducto Independencia y la lucha de los pueblos mayas contra Monsanto.
Sin embargo, la sentencia emitida el pasado miércoles 10 de junio, es una sentencia que posiciona a la SCJN como una corte constitucional protectora de los pueblos indígenas. Durante muchos años los pueblos no fueron escuchados por insensibilidad y por falta de ley. El Gobierno decidió unilateralmente la instauración de proyectos forestales, mineros, eólicos, sin consultar a los pueblos.
La sentencia de la SCJN va a la raíz del problema. El tribunal de la República consideró impostergable la creación de la ley. El Poder Legislativo deberá crear la ley ajustándose a los estándares interamericanos previstos en el caso Sarayaku. Esta ley deberá ser un instrumento genuino de diálogo intercultural. Las dependencias encargadas de la implementación de los megaproyectos no podrán argumentar la falta de ley para no consultar a los pueblos.
Ahora, en cumplimiento de la histórica sentencia, el Poder Legislativo Federal deberá construir una ley de alcance nacional en la que se establezcan los casos, requisitos, condiciones y plazos de la consulta indígena. Previamente a la construcción de la ley el Congreso deberá consultar a los pueblos indígenas en sus comunidades sobre los alcances que deberá contener la propia ley. Las voces de los Ikoots, ayuuk, rarámuris, wixáricas, chontales, seris, y de todos los pueblos indígenas de México deberán ser escuchadas previamente la construcción de la Ley de Consulta. También las comunidades afromexicanas.
En Oaxaca tenemos experiencia en el tema. En el 2018, el juez decimoprimero de Distrito en el Estado de Oaxaca concedió un amparo a Litigio Estratégico Indígena y ordenó al Congreso de Oaxaca, construir la ley de consulta previa oaxaqueña. El Congreso, insensible, interpuso el recurso de revisión. Un Tribunal Colegiado de Cholula, nos dio la razón. En cumplimiento a la sentencia de amparo, el 22 de febrero de 2020 fue publicada en el Periódico Oficial de Oaxaca la Ley de Consulta Indígena para Oaxaca. Así obligamos al Congreso de Oaxaca a construir la ley.
Litigio Estratégico Indígena sigue caminando. Después de la victoria jurídica en el juicio de amparo por el rescate de los ríos Salado y Atoyac, ahora pretendemos que lo asentado en esa sentencia se convierta en realidad. Lo cierto es que la presencia del Covid-19 suspendió la etapa de planeación de la ejecución de la histórica sentencia que ordenó el rescate de dos ríos oaxaqueños. Seguiremos empujando y convocando a la sociedad para que intervenga en la ejecución de la sentencia de amparo.
Ahora, estamos luchando porque las comunidades indígenas tengan leyes que reglamenten específicamente el diálogo intercultural entre pueblos indígenas y el Estado Mexicano. Todo esto es parte del trabajo que Litigio Estratégico Indígena, una pequeñísima organización no gubernamental, realiza sin financiamiento de ninguna especie.
Hemos demostrado que el litigio puede convertirse en una herramienta de empoderamiento ciudadano. Mediante un litigio cuatro personas hemos obligado a un Congreso a construir una ley. Mediante otro litigio tres personas hemos obligado al Estado Mexicano a mirar hacía los ríos.
Con la herramienta del litigio las ciudadanas y ciudadanos podemos derrotar a enemigos más grandes y poderosos. Podemos derrotar a la indolencia y las conductas omisivas de las autoridades. Siempre pensé que el símbolo de Litigio Estratégico Indígena A.C. era la silueta de una persona soñadora que extiende los brazos hacía el sol. Hoy sé que es la honda de David.
* Mujer, oaxaqueña, abogada y maestra en Ciencias Penales. Vicepresidenta de Litigio Estratégico Indígena A.C. Postula casos paradigmáticos ante el Poder Judicial de la Federación.