OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Compartimos íntegro el comunicado emitido
el pasado martes 16 de octubre por la diputada local Elisa Zepeda Lagunas, Presidenta de la Comisión de Procuración de Justicia de la 64 Legislatura del Estado de Oaxaca, ante una serie de hechos que le hacen temer por su vida y la de su familia.
Frente a mis ojos la justicia se desvanece en Oaxaca, estos mismos ojos que vieron el asesinato de Gustavo Estrada y de mi hermano Manuel Zepeda en diciembre de 2014 en Eloxochixtlán de Flores Magón.
La libertad de Miguel Ángel Peralta, quien golpeó a mi madre y a mí al grado de darnos por muertas, y asesinó a Gustavo Estrada y Manuel Zepeda, representa un agravio, u insulto y un desaliento para las mujeres de Oaxaca que luchan porque la violencia feminicida no camine de la mano de la impunidad.
“En Oaxaca hay permiso para matar mujeres”, lo han gritado otras víctimas, hoy nada puedo hacer para contradecir esos dichos.
Miguel Peralta había sido sentenciado a 50 años por el asesinato de dos hombre indígenas de Eloxochixtlán y el intento de darme muerte a mí y a mi madre, hoy dormirá en casa, como si nadie hubiera muerto, somo si la sangre que derramó fuera insuficiente para nuestro sistema de justicia; como si la agresión hacia mi familia y hacia los habitantes de Eloxochixtlán nunca hubiera existido.
Hoy la justicia se doblega frente a las mentiras, frente al odio, al cacicazgo, frente a los que se creen dueños de la historia comunitaria y del silencio de las familias indígenas que durante años han sido despojadas de sus tierras e incluso de su dignidad y de sus vidas.
Las instituciones se enmudecen frente a los gritos de justicia y castigo para quien hubiera sido el feminicida de mi madre y el mío si el apoyo de mi comunidad no hubiera llegado para llevarnos al hospital.
Muchos fueron los ataques mediáticos que acompañaron a la mentira de Miguel Ángel Peralta, es increíble ver como medios de comunicación de alcance nacional se prestaron a la crimininalización de las víctimas para descolocar de la opinión pública los asesinatos e intentos de feminicidios cometidos por Miguel Ángel Peralta.
Pregonaron que era un “joven antropólogo”, como si una carrera universitaria limpiara la sangre que trae y traerá siempre en sus manos.
No dijeron que Miguel Ángel Peralta y todos los que atacaron y mataron son los que se dicen anarquistas, los mismos que recibieron con flores al tirano Ulises Ruiz en pleno 2006, quienes han placeado por Eloxochixtlán a personajes del PRI, los que saquearon a la comunidad en el trienio de Jaime Betanzos.
Hago responsable al Gobernador del Estado, a la Magistrada Presidente del Tribunal de Justicia de Oaxaca, María Eugenia Villanueva; al juez Modesto Isaías Santiago, del peligro que corre mi vida y la d emi familia; poco le importamos a ellos.