Fotografía: FORBES
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- “Francisco Benjamín López Toledo no se siente de ningún sitio, menos aún un oriundo de la colonia Tabacalera en el Distrito Federal. Allá, en la calle José María Iglesias, nació a las 21:30 horas del 17 de julio de 1940”.
Así es como consigna el nacimiento del artista plástico la periodista y editora Angélica Abelleyra en su libro Se busca un alma, retrato biográfico de Francisco Toledo, (editorial Plaza & Janés, 2001).
Pero el artista plástico juchiteco ha dicho que para él no es importante el sitio donde uno nace, y en su caso, se asume enteramente como juchiteco, tal como lo escribiera en un texto en su adolescencia, cuando vivía en Europa y “la nostalgia por el pueblo de su padre, el entorno de sus abuelos y tías, jugaba en el como alimento de la imaginación y la fantasía”, escribió Abelleyra.
Aquí un fragmento del citado texto:
Nací en Juchitán, Oaxaca. El pueblo también se llama San Vicente.
El río que lo atraviesa se llama Río de los perros.
Mi padre era zapatero y mi madre mataba cochinos.
La familia de mi madre tenía más dinero que la de mi padre. Las gentes decían que el diablo le había dado ese dinero a mi abuela en una canasta, para que lo guardara y que cada vez que el diablo bajara del monte para hacer sus compras,la abuela le diera cochino y se lo cobrara del dinero de la canasta.
Pero la verdad es que la familia de mi madre siempre trabajó mucho. Mataban y descuartizaban puercos desde el amanecer.
Mi abuelo, que se llamaba Ta Gil, les clavaba el cuchillo bajo el hocico y mi abuela recogía la sangre que salía a chorros. Después mi abuelo se iba a dormir y eran las mujeres las que los desollaban, los limpiaban y los destazaban para ir a a venderlos.
Mi padre siempre se dedicó a hacer zapatos. Lo que más le gustaba era tomar las medidas de los pies de las mujeres, de esa manera podía verles las piernas. Él fue quien me advirtió que no pisara el estiércol del ganado cuando lo quemaban, ya que el estiércol se consume sin llama; no se ve que está quemándose, y cuando mi padre era chico caminó por encima y se le prendieron los pies y siguió caminando con los pies en llamas.
Por eso ahora tiene los pies más `prietos que la cara.
Con esta breve remembranza, este 17 de julio, Sucedió en Oaxaca celebra el cumpleaños número 79 de Francisco Toledo, el artista y gestor cultural que la fortuna trajo a la ciudad de Oaxaca, desde donde crea su obra artística y transforma la vida comunitaria.
¡Feliz cumpleaños, maestro!