ELISA RUIZ HERNÁNDEZ
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- A un año de haber renunciado a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, no sin antes acusar de inepto a su rector, Juan Trigos se estrena esta noche en el teatro Macedonio Alcalá como titular de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO).
Con una trayectoria que incluye la dirección de importantes sinfónicas del país, incluida la de mayor rango, la Orquesta Sinfónica Nacional, y de los Estados Unidos, el compositor y director mexicano debutará en el primer concierto formal en este año, de la agrupación que dirigiera por 22 años Javier García Vigil, cuyo ciclo culminó en enero de 2015.
Un poco “angustiado” por todo el trabajo que implicó la preparación, en tan solo un mes, de la primera temporada de conciertos que inicia este viernes 2 de octubre a las 20:00 horas en el máximo recinto cultural del estado, Trigos habla en entrevista de cómo se dio su contratación, cómo se siente en la tierra del quesillo y los chapulines, y de lo que trae bajo el brazo: “cultura y más cultura”, apunta enfático.
La temporada arranca con Beethoven, “un figurón” de la música clásica: didáctico, emocional, cultural.
No voy a mezclar Queen, ni a meter a Cri Cri”. Vengo a hacer cultura, no entretenimiento
puntualiza. “El arte no se baja, quien quiera tener acceso a él que suba”, agrega sin titubear.
Juan Trigos, a sus 50 años, tiene en la mano la experiencia necesaria para retar a cualquier autoridad, cultural, académica o política. Advierte que va a reconstruir a la Orquesta Sinfónica de Oaxaca y que, de igual forma, debemos los mexicanos reconstruir nuestro país.
“Es lo mismo que tenemos que hacer con México, reconstruirlo desde los añicos que nos han dejado la bola de rateros y de abusivos que hemos tenido como autoridades”, expresa.
Formado en Italia, con residencia oficial en Houston, Texas, y casado con una soprano italiana, Trigos viene a Oaxaca a oxigenar una orquesta que estaba en la inanición, y tiene en puerta el reestreno de su ópera “De cachetito raspado” a finales de octubre en Atlanta.
Aquí la entrevista realizada en la víspera de su estreno, en su oficina del teatro Juárez, al término del ensayo.
-Acaba de cumplir 50 años. ¿Cómo los celebró?
-Haciendo música, componiendo, dirigiendo. Algunas personas me han honrado con festejos y me siento muy halagado. Los cumplí el 26 de febrero de este año. Me celebran y yo celebro con mucho gusto haciendo música.
-¿El concierto Danzas Floridas la compuso por su cumpleaños?
-No, la escribí en diciembre del 1989, es una trilogía para flauta picolo, flauta en do y flauta en sol. Yo le llame las “Danza floridas” y se la dediqué al flautista italiano Gianluigi Nuccini. Ahora él me la dedicó a mí en un concierto que se hizo en Italia. También me han hecho homenajes en Estados Unidos, en México, y en Celaya me están organizando otro homenaje en noviembre.
-¿Cómo se siente con estos reconocimientos?
-No me sorprenden y es muy agradable; los recibo con mucho gusto. Lo que me sorprende es que lo hagan con este tipo de elogios.
-Vimos en su cuenta de Facebook que vive usted en Houston…
-Yo tengo mi residencia en Estados Unidos, ahora estoy más acá que allá pero voy y vengo, todos los directores somos pata de perro, vivimos más tiempo en el avión. Ahora estaré un poco más acá porque hay que levantar el vuelo. Mi casa está en Houston, y ahora ya tengo casa en Oaxaca también.
-Algunas personas decían un poco soñando, que venga a dirigir la Sinfónica Juan Trigos, y se nos hizo realidad…
-A mí me llamó uno de los músicos, me contó cómo estaba la cosa y me preguntó si esta yo disponible. Yo estaba en mi casa terminando una obra importante y recibí la llamada. Después unos amigos me dijeron que anda mi nombre en los periódicos. Yo no sabía que se hablaba de mí hasta que me habló el secretario, me preguntó si me interesaba, platicamos y básicamente me ofreció la dirección de la Orquesta.
-¿Qué fue lo primero que pasó por su mente cuando le dijeron que oficialmente era el director de la Sinfónica de Oaxaca?
-¡En qué bronca me metí! Sabía yo que es un reto por las condiciones y la necesidad de contratar nuevos músicos y reconstruir una institución. Pero esto es lo mismo que tenemos que hacer con el país, reconstruirlo desde los añicos que nos han dejado la bola de rateros y de abusivos que hemos tenido.
-¿Sí le dijeron o sabía que los oaxaqueños somos más enredados que el quesillo, verdad?
-Yo me quedo con el quesillo. Ja ja ja. No, yo vine porque creo que puedo hacer algo, al menos la intención mía es venir a hacer cultura, y más cultura; fortalecer la vida cultural oaxaqueña. No vine a correr gente ni a criticar. Vine a hacer lo que yo sé hacer: cultura.
-Yo no vivo dentro de veinte años, ahorita estoy concentrado en levantar la orquesta. Por ahora estoy muy contento estamos trabajando muy duro.
-Háblenos del concierto de este viernes, por favor…
-Está dedicado a Beethoven. Yo siempre he tenido una gran admiración por su música y su figura; y es muy buen comienzo para retomar la actitud correcta con la Sinfónica de Oaxaca, lo puedo decir sin empacho. Es la ruta que vamos a seguir. Beethoven tiene todo: la parte didáctica, la parte emocional, cultural; es un figurón.
Es como parte de la personalidad que quiero dar a la orquesta, para asentar el sonido de la orquesta, tocar juntos con obras no fáciles. La primera sinfonía de Beethoven es de las más difíciles, por lo límpido de la obra.
-¿Qué espera del público oaxaqueño?
-Yo creo mucho en hacer cultura. No creo en la formación de público como dicen ahora. Creo en la educación y creo en la cultura. Una vez me preguntó en Guanajuato una señora que era asidua de la sinfónica, maestro, como que de repente no le entiendo a la música clásica. Mire señora, le dije, si estuviera aquí nuestro señor Jesucristo no le diría, señor, bájate para que entendamos.
El arte no se baja; los que tenemos que hacer el esfuerzo para subir somos nosotros. Hago la aclaración, nosotros no hacemos entretenimiento, está confundido el entretenimiento con la cultura. Va a venir el público que quiera venir, no es propaganda.
Tal vez no se entienda muy bien pero lo voy a decir de otra manera: Una cosa es decirle idiota a una persona o tonto, y otra es ser ignorante. Ignorantes somos todos; tontos no todos. Si yo soy ignorante pero la música y el arte entra por los sentidos, no es la cultura únicamente el conocimiento o desconocimiento de tal obra, tiene que ver con el sentir, con el esfuerzo para nosotros darla al público. Es para todo aquel que quiera oírla
No voy a mezclar a Queen, no voy a meter Cri Cri, no voy a poner Agustín Lara… Adoramos a Cri Cri pero no es la sinfónica el lugar adecuado para eso. Haremos toda la música mexicana que gusten pero con Moncayo, Galindo, Revueltas, Leonardo Velásquez que es oaxaqueño, y por supuesto tendremos a Beethoven, Stravinski y todos los grandes clásicos del mundo.
-Acá se pensaba que era imposible que llegara Juan Trigos, se hablaba tanto de los malos salarios que no creíamos que fuera posible contratarlo…
-No es un secreto que Oaxaca tiene muy malos sueldos en general, no solo para los músicos. Y parte del problema es cómo vamos a dirigir la orquesta si no tenemos buenos sueldos. Claro, no voy a dirigir gratis, le mentiría, pero hay que hacerlo por el país.
Los salarios son dinero público pero no es muy agradable hablar de esto, lo que le puedo decir es que yo estoy aquí más que por un arreglo del sueldo porque creo que se puede hacer algo; porque hay muchísimo talento en Oaxaca y muchísimas ganas de hacer bien las cosas.
Esa es la verdadera razón, cuando nos empiecen a pagar a todos mejor, hombre, bienvenido. Yo diría que no sólo a mí, sino a toda la orquesta. Eso sería maravilloso y estamos trabajando para que así sea.
– ¿Cómo se siente en la víspera de su debut?
-Estamos todos un poco angustiados porque se ha venido todo encima: poco tiempo de ensayo y poco tiempo para organizar contratos de nuevos músicos. Estamos contratando el doble de gente, fijos se quedan 23 músicos y uno que otro extra porque se van a ir añadiendo a la orquesta.
Aprecio mucho el trabajo de Gilberto (su administrativo). Hemos hecho audiciones de todos tipos colores y sabores. Hemos audicionado a más de 15 personas, en vivo y en video. Ha sido muy complicado, estresante y además contratar a invitados solistas, directores invitados, boletos de avión, hotel, la parte administrativa que no se ve pero es fundamental. Ajustar fechas, si falta el piano afinarlo. Ahora estamos como a punto de salir del horno; ya estamos queriendo estrenar.