1.- Necedad
También los pájaros entran, su trino, la rama, las hojas. El alba, polvo sobre la desesperanza. La tierra, las piedras, la sequía, la sed, los ojos que sumamos, la loma, la luna, cierta oscuridad silente elegida por los grillos. Hay tanta desesperación que se suma a las palabras. La mula, la leña, los suspiros, la muela de la noria, la cal imborrable. La mirada lenta del fuego, el paso de líquido a gaseoso, el sinfín de cobre, los trastos de la destilación, ese choque de las temperaturas que concretan el milagro para que sume la gota minúscula cargada de milagros, ilusión sin medida. El mezcal, necedad que confirma la cercanía de tiempos mejores.
2.- Suspiros
Y entonces llega el viento y carga con lo innombrable, los suspiros. O los suspiros que salen presurosos de nuestro triste pecho y se juntan con el viento que baja y azota y destruye y todo lo levanta, se eleva como si fuera el protagonista de una peli de terror y empuja y hace ligero aquello que tú creías que permanecería sin moverse por los tiempos de los tiempos, tus recuerdos.
3.- Café
Ese sábado ¿cómo supiste que traía dinero para pagar el café?