SANTA LUCÍA DEL CAMINO, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía FILO).- “Nuestro gran error como país es pensar que en cada sexenio ahora sí llegará el salvador providencial, como se pensó en algún momento con Vicente Fox, y por centrarnos por apoyar incondicionalmente a alguien, se nos olvida la tarea de difícil, complicada de construir instituciones”, refirió la periodista, politóloga y escritora Denisse Dresser durante la presentación de su libro Manifiesto mexicano: cómo perdimos el rumbo y cómo recuperarlo, realizada la tarde de este martes en la 38 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).
Acompañada por la periodista oaxaqueña Diana Manzo, Dresser continuó hablando sobre el descuido de las instituciones por el depósito de la esperanza en una sola persona. “Por eso nuestra democracia se ha vuelto tan disfuncional, porque no tenemos los suficientes contrapesos, porque no hay la transparencia necesaria, porque las instituciones de la democracia fracasan o funcionan mal, este libro es un llamado a componerlas”.
“Los partidos después de que ese IFE (hoy INE), con consejeros autónomos, los empezara a multar por sus reiteradas violaciones a la ley, lo que hicieron fue cambiar la forma en que se selecciona a los consejeros para que se volviera vehículo de transmisión de la voluntad de los partidos”. Explicó que esto lo plasma en el capítulo Instituciones, no personas del libro presentado.
“Tenemos a un ejército en las calles intentando cumplir con las labores que debería cumplir la policía. El ejército está en las calles porque no tenemos buenos policías, y no tenemos buenos policías porque el ejército está en las calles. Somos un país donde si eres víctima de un crimen a la última persona que le hablas es a un policía”, aseveró la autora.
“Este es un libro lleno de rabio y amor por el México maltrecho que hemos de rescatar, es un libro que es como una crónica del hartazgo, del enojo con la cleptocracia que se ha perpetuado en el poder, con los privilegios inmerecidos de muchos que han estado sentados cómodamente en la punta de la pirámide, en un país sofocado por la corrupción, amenazado por la violencia sin soluciones fáciles.
Por sus páginas desfilan los años del desencanto, los años de la transición democrática que se truncó. Y cómo pasamos de ser la dictadura perfecta al país del pillaje perfecto.
Para finalizar, Dresser apuntó que pese a denunciar tantos aspectos negativos de la política nacional, el último capítulo esperanzador y llamado a asumir las batallas que nos faltan por ganar. “Es una carta escrita a un joven mexicano o a cualquiera que ame a su país, escrita con mis tres hijos donde regalo esas líneas en que convoco a los jóvenes a no darse por vencidos, a ser rebeldes, inquietos exigentes e intelectualmente libres”.