OAXACA, Oax. (sucedioenoaxaca.com).- En Juchitán, en Oaxaca, en México y más allá, lo conocen como Víctor Cata, “el nombre que me he forjado”; sin embargo, su investidura como titular de la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca (Seculta) lo obliga a presentarse con su nombre legal, Víctor Manuel Vásquez Castillejos, “hasta a mí mismo me suena extraño cuando me dicen así”.
Con el secretario de cultura Víctor Cata, o maestro Víctor Manuel Vásquez Castillejos, es la entrevista que presentamos #SinFiltros, a manera de acercamiento al juchiteco, al lingüista zapoteco, al escritor bilingüe, al activista de su lengua materna, el ex servidor público en el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en la Secretaría de Cultura federal.
La charla se realizó a finales de diciembre, con una taza de café, en su oficina localizada en la colonia Reforma, acompañado de la responsable de difusión, la periodista Roselia Chaca, y de una pintura en gran formato del artista Rolando Rojas.
-¿Cómo prefiere que le llamen: Víctor Cata o Víctor Vásquez Castillejos?
-Mi nombre literario, mi nombre de batalla, el que yo me he forjado es Víctor Cata, nombre que viene de mi abuela paterna Tomasa Cata. En el Istmo como en muchos pueblos se tiende a adoptar el nombre de la familia, en este caso yo viví con mi abuela Tomasa Cata. Pero ya estando en este medio se tiene que atender a una cuestión oficial, porque debo firmar documentos donde tiene que aparecer mi nombre legal. Creativa y literariamente ése es mi nombre, con el que me conoce la comunidad cultural.
Hasta a mí mismo me suena extraño cuando me dicen Víctor Manuel Vásquez Castillejos, no estoy acostumbrado.
-¿Es la primera vez que es servidor público?
-Estuve diez años trabajando en el Museo de Antropología e Historia, en el área de investigación en la Dirección de Lingüística. Después estuve dos años con la poeta Natalia Toledo trabajando en la Subsecretaría de Diversidad Cultural de la Secretaría de Cultura federal; ahí conocí un poco esta cuestión administrativa y burocrática. Es la primera vez que soy titular de una secretaría que tiene mucha importancia para las y los oaxaqueños.
Vengo del sector cultural desde los grupos independientes, de recorrer las comunidades zapotecas en el Istmo de Tehuantepec, junto con Natalia Toledo y el auspicio del maestro Francisco Toledo que respaldó el proyecto el Camino de la Iguana durante 5 años. Antes yo ya había recorrido el Istmo. En 2002 conocí a Hilaria Sosa, que aparece en el libro “México Sur” de Miguel Covarrubias. Hilaria fue muy amiga de él, de Roberto Montenegro, de Diego Rivera, Frida Kahlo, Olga y Rufino Tamayo; era una persona con mucho conocimiento y una gran habilidad para hablar, era curandera y vendía loza. Tenía un sentido del humor muy tehuano.
-¿Su designación fue realmente a propuesta de Lila Downs?
-Tú sabes que el gobernador le delegó esta importante misión a la maestra Lila Downs, pero como ella es una persona democrática, objetiva, inclusiva, lo que hizo fue convocar a sus conocidos del ambiente cultural y creó un Consejo con personalidades como Demián Flores de la plástica, Irma Pineda de la poesía, Remigio Mestas del textil, la doctora Nelly Robles de la arqueología, y otras figuras importantes, e iba sometiendo a consulta las propuestas que le iban llegando. De ahí surgí yo.
-Es la primera vez que llega a la Seculta lo que hoy llaman un perfil idóneo. Esto genera gran expectativa de la ciudadanía…
-Implica un gran compromiso con la comunidad cultural y con la sociedad en general. Lo primero que me propongo es reactivar los convenios, programas, becas y proyectos que se venían haciendo en comunión con la federación: Pacmyc, Pecda, Paise, y que se dejaron de hacer dos años. Pero además pienso crear un programa de becas específicamente para el Oaxaca, que abarque a creadores de todas las disciplinas.
Otra parte de los proyectos culturales tiene que ver con una de mis pasiones: la revitalización de las lenguas indígenas, porque yo soy hablante de una lengua indígena, que no solo es el idioma, ahí está contenida una buena parte de la identidad de las y los oaxaqueños, porque la mayoría tenemos una raíz indígena.
En las lenguas indígenas está codificado el pensamiento de una cultura: la danza, la comida, las tradiciones, las fiestas, todo eso que tiene que ver con la identidad, y, además, están en peligro.
Según datos del INALI, en menos de 100 años la mitad de las lenguas indígenas de México se perderán. Algunos lingüistas le llaman lengüicidio, que es una aniquilación de nosotros como raza humana.
-Uno de los cuestionamientos que se han hecho a Seculta es que solo organiza eventos culturales, y suele pasar que algunos eventos, en los teatros, por ejemplo, solo los disfrutan turistas o extranjeros…
-Los eventos son como la cosa inmediata, lo que se ve rápido en cultura y que la gente espera, pero yo desde la Seculta lo veo como algo secundario, no les resto importancia, ayuda a la cohesión familiar ir a una exposición, una obra de teatro o de danza, pero hay que hacer proyectos de largo aliento y crear a proyectos para la formación de creadores.
Y en cuanto a los públicos, he visto que hay personas que le tienen aversión o se intimidan en espacios culturales. En el festival navideño sacamos las actividades de la Biblioteca Pública Central a la calle: titiriteros, cuentacuentos y vimos que funcionaba porque se apropian de los espacios, y si se encariñan con la cultura después no la van a dejar.
-¿Cuáles serían las prioridades de su gestión?
-Una prioridad que resumiría todo es generar territorios de paz. Estamos viviendo tiempos violentos y la cultura es un sector generoso, amoroso, para generar territorios de paz. Pretendemos entrar donde hay mucha violencia hacia las niñas, los niños, donde hay desintegración, pues la cultura libera, permite mirar con sensibilidad las cosas y expresar nuestras emociones, pensamientos, lo que queremos, y es ahí entran todas las expresiones artísticas: la literatura, la danza, la música.
Pero como no podemos llevar cultura donde no hemos conquistado la paz, iremos todas las secretarias en unidad y con toda nuestra oferta para atender varias carencias.
Esa es una de mis prioridades: generar territorios de paz con una redistribución de la riqueza cultural de nuestro estado.
-¿Así ha ocurrido en Juchitán?
-Bueno, allá han trabajado las organizaciones independientes, y pienso combinar esfuerzos en ellos. Hay un proyecto de jóvenes con bibliotecas ambulantes, callejeras, eso es importante, fortalecer este trabajo, el de las mujeres poetas, del maestro Víctor Fuentes; hay muchos ejemplos de trabajo desde el sector cultura en lugares violentos y la Seculta va a fortalecerlos y a trabajar conjuntamente. Y luego replicar todo esto en otras regiones.
-En su opinión, ¿por qué Oaxaca, tan rica en cultura, es pobre en soluciones a sus problemas, como el de la basura en la capital oaxaqueña, por ejemplo?
-Éste es un nuevo gobierno; cuánto tiempo estuvimos con otro sistema se descuidaron las buenas prácticas de las comunidades. Oaxaca es una ciudad rodeada de comunidades, y así todo el estado. Las comunidades tienen un sentido ecológico, de respeto por la vida, hacen visitas a los veneros, a los cerros, respetan a los animales, no contaminan ni desperdician los recursos, se organizan, pero el sistema anterior fue volviendo dependientes a las comunidades, con dádivas, al grado que fueron renunciando a su sentido ecológico y de espiritualidad con la naturaleza. De ahí viene la violencia, la generación de tanta basura, la inseguridad es uno de los factores que yo veo, pero hay otros.
Este es un reto que tenemos, ir todos en conjunto avanzando para recomponer todo eso, desde la cultura construir territorios de paz, pero necesitamos el apoyo de la sociedad, de las instituciones educativas y de todo el gobierno.
Colombia vivió un etapa horrible de guerra y a través de programas culturales y de fortalecer redes vecinales han reconstituido su tejido social.
-Otro reto será despartidizar la cultura, que no haya partidarios ni adversarios,”equipos”…
-Como funcionario no hay colores aquí, hay un interés de trabajar por Oaxaca, sin colores, de forma indistinta. Yo vengo de las organizaciones independientes, que son críticas y objetivas. No estamos en plan de sometimiento sino de dialogar, colaborar y trabajar.
-¿Y, cómo viene el presupuesto para la Seculta? ¿Quedará atrás el estribillo: “no hay recursos”?
-Yo estoy con muchas ganas porque contamos con el respaldo del gobernador que tiene un aprecio por la cultura; estamos revisando las necesidades para ver qué ampliaciones hay que hacer al presupuesto para que la oferta sea mayor.
-¿Viene por seis años? En la administración anterior tuvimos tres secretarias y un encargado de despacho…
– Lo único en lo que pienso ahora es en trabajar y trabajar; fortalecer las instituciones que ya están.
Busco que la cultura sea tratada con respeto y dignidad, con condiciones de trabajo favorables, con presupuesto para que no haya argumentos de por qué no se avanza. Y que haya certeza.
-¿Y si le ofrecen que se vaya al INPI, al INALI o a la presidencia de Juchitán?
-No tengo aspiración política. Mi objetivo es que lleguen los recursos a donde tienen que llegar; trabajar y no soltar a los grupos independientes. De ellos vamos a aprender mucho y los necesitamos, para ir a las comunidades a zonas que no conocemos.
-¿En qué tiempo podremos ver en marcha los proyectos de los que nos habló en esta entrevista?
-En cien días.
-Nos vemos en cien días. ¿Un mensaje final?
-Una de las cosas que me enternecen y emocionan es el respaldo que he recibido de la comunidad cultural, les doy mi agradecimiento. Por ellos es el trabajo, porque esperan mucho de mí. Quiero trabajar con ellos de la mano para toda la sociedad. Me conocen, les conozco. No puedo aislarme y perderme en cuestiones burocráticas y administrativas
-Gracias.