MARCO ANTONIO AMADOR VÁSQUEZ
CIUDAD DE MÉXICO (sucedióenoaxaca.com).- Invitado por la galería Art Sol Montalbán, que dirige Pablo Pérez Martínez, el jueves se inauguró la exposición Refugios Animales del joven pintor oaxaqueño Hernán Hernández en la Torre Mayor, de la Ciudad de México.
Hernán Hernández, (Oaxaca de Juárez, 1986), a los 13 años tuvo su primer acercamiento con el arte a través de las pintas callejeras cuando sintió atracción por los colores y el muralismo. Luego vino el encuentro con la fotografía y el grabado.
Después del conflicto de 2006 en Oaxaca, en 2007 fue invitado por Francisco Toledo a participar en una expo colectiva en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca titulada “Grafiteros al paredón”.
Y es que tanto a Toledo como al también artista plástico Rubén Leyva les interesaba lo que se gestaba en el grafiti y que, a los ojos de lo que pasaba, fue un parteaguas en Oaxaca. Era otro tipo de expresión y Hernán era parte de ese movimiento.
El cambio del grafiti a los bastidores se dio cuando vio muchas posibilidades de aprender nuevas técnicas. Por eso fue que estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Para Hernán, en el campo cultural, Oaxaca sale de cualquier proporción. Él siente influencia fuerte en el campo del arte de Toledo, con quien mantiene cierta relación y admira pues, a su juicio, es el máximo artista plástico contemporáneo con gran influencia para muchos jóvenes pintores.
En su fructífera trayectoria ha trabajado en colaboraciones con Guillermo Pacheco y con Alejandro Santiago de quien aprendió a jugar con los diferentes papeles; y con los trazos.
De manera frecuente charla con Leyva con la intención de mostrarle sus trabajos. Hasta hoy le ha dicho que le gusta lo que está haciendo; incluso recientemente le compró una de sus obras, lo que para Hernán representa un paso agigantado. Es un mensaje motivante para él.
No en balde Leyva publicó una obra suya en su libro titulado Memorial de Agravios en donde aparece una sus pintas.
Hernán Hernández no tiene obsesiones, sino una necesidad de pintar y de crear y, según dice, si no lo hace se vuelve loco. Por eso en la actualidad además de pintar hace fotografía.
Sin embargo cuando no pinta utiliza el tiempo para repensar su trabajo; analiza las técnicas y genera bocetos de tal suerte que cuando retoma los pinceles lo hace con más impulsos.
Para este joven pintor sus colores preferidos son los primarios los cuales mezcla para, en la cocina de la pintura, generar diferentes gamas. Siente predilección por el color amarillo pues para él significa el fuego, la divinidad; lo místico.
La obra de Hernán Hernández se puede considerar como estructurada con influencias de arte callejero; del expresionismo abstracto. Experimenta a través de sus vivencias.
Por ello en la actualidad sus esfuerzos se encaminan hacia el cuidado de la naturaleza. Fue así que en 2015 inició con la serie Refugios Animales, que nace por la preocupación de venados, pumas, jaguares y otros animales que habitan diferentes regiones de Oaxaca y que están en franco peligro de extinción.
Recuerda que para las culturas madres los animales eran sagrados, por lo que este estudio es una reinterpretación moderna de que se deben respetar los espacios de la fauna que, a fin de cuentas, ocupaban antes que la especie humana.
Su trabajo tiene cierta conciencia social, influido por Toledo, ya que es algo inherente por volver la vista al cuidado de la naturaleza y buscar una respuesta a lo que está pasando.