Fotografía: CARMEN LETICIA PACHECO
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Viste de forma habitual huipiles oaxaqueños; es la única legisladora que alzó la voz en la Cámara de Diputados federal para defender a las artesanas cuando la diseñadora francesa Isabel Marant plagió los diseños textiles de Santa María Tlahuitoltepec; y ha colocado a la cultura entre las tres prioridades de su agenda de trabajo.
Karina Barón Ortiz, diputada por el distrito de Tuxtepec, tiene entre sus huipiles favoritos los que bordan las mujeres de San Felipe Usila, en la Cuenca del Papaloapan, premiado como el mejor de México en 2015, por parte del Fondo Nacional de las Artesanías (FONART).
En la víspera de su primer informe legislativo y de gestión, la legisladora destaca en entrevista que la cultura es la gran riqueza de Oaxaca, pero al mismo tiempo, admite que sigue siendo un pendiente tanto en las políticas públicas como en la asignación de presupuestos.
“Le seguimos debiendo a la cultura; hay una ausencia en la parte institucional”, expresa, mientras extiende su reconocimiento a creadores y promotores culturales que con pocos recursos y con mucho talento e imaginación, trabajan por la cultura, a falta de políticas públicas en el ramo.
-Tanto particulares como instituciones públicas, hasta la propia Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca, se quejan de la falta de recursos para este rubro…
-Yo misma, como gestora, intenté en una ocasión ayudar a mis paisanos de Santa María Jacatepec para que formaran una banda de música y no sabes cuántas puertas toqué y no pude ayudarlos. Ahora, desde que estoy en el Congreso, me di a la tarea de investigar qué programas tiene la Secretaría de Cultura federal y como legisladora veo cómo puedo acercar el apoyo a mi estado que, como lo reconocen los 500 diputados federales, es el más rico en términos culturales de nuestro país.
-Cuando hay que recortar presupuesto, lo primero que recorta el Congreso es Cultura…
-Ciertamente. Yo creo que debe de haber presupuestos que correspondan a esta actividad pero no solo federales, sino también estatal, si uno de los principales ingresos para Oaxaca es la Guelaguetza, se le debe invertir no solo a la fiesta del mes de julio, sino al desarrollo del talento de los creadores, de los artesanos, a la conservación de las tradiciones, porque lo que mostramos al turismo es nuestra cultura.
-¿Es necesario llegar al fondo de la crisis en el país y el estado para que los servidores públicos le pongan atención a la cultura?
-La cultura es una bandera blanca, es paz y nos une a todos, es un punto donde como políticos, profesionales y seres humanos debemos unirnos. Además es nuestro máximo orgullo. Sin embargo, las políticas públicas no corresponden a la riqueza cultural de Oaxaca. Es cierto, le seguimos debiendo a la cultura; hay una ausencia en la parte institucional.
-¿De qué forma usted, como legisladora, trabaja por la cultura?
–El maestro Carlomagno, nuestro Premio Nacional de Ciencias y Artes, nuestro orgullo oaxaqueño, me platicó cómo ha tocado puertas para buscar recursos y poder rehabilitar el Museo Estatal de Arte Popular de San Bartolo Coyotepec. ¿Crees poder hacer algo por nosotros? Me preguntó. A través de un proyecto para infraestructura que gestionamos ya está por empezar esa obra con 2 millones y medio de pesos.
Por otra parte yo le tengo mucho cariño a San Felipe Usila, conocida como la tierra de los colibríes y también por el caldo de piedra. En tres comunidades de Usila entregamos más de 80 instrumentos musicales. Con este pequeño esfuerzo estamos impulsando la formación de niños músicos y el rescate de sus bases culturales. A raíz de esto se están acercando muchos municipios a solicitar que gestionemos sus proyectos.
También promovimos los proyectos “Mitla Santuario Cultural” y “Pluma Hidalgo, aroma cultural” que coordina el maestro Nathanael Lorenzo Hernández, un artista que yo admiro porque con qué precariedad y con qué habilidad él hace mucho con pocos recursos; es un hombre que ama lo que hace que quiere transmitir su experiencia a los niños y niñas del Instituto Intercultural Calmécac. Hay muchos “Nathanaeles” en todas las regiones de Oaxaca.
Mi intención ahora es impulsar un gran proyecto en las ocho regiones del estado, me lo estoy poniendo como meta estos meses de octubre y noviembre que los diputados presentamos propuestas ante el Congreso.
-¿Cuál de las expresiones artísticas o culturales es su favorita?
-Uy, me la pones difícil. A mí me envenenan los textiles.
-¿Si le ofrecieran un cuadro, de qué pintor elegiría?
-No quiero decir nombre porque hay muchos y muy buenos, en Juchitán, en la Mixteca, en los Valles. Pero sí tengo un pintor favorito, en Zimatlán, el maestro Modesto. Él me hizo un retrato que ni me enteré que lo estaba exponiendo. No me avisó. Mis amigos me dijeron que habían visto ese cuadro. ¿Cómo crees? Me pintó vestida de tehuana. Naturalmente se lo compré. El maestro Modesto es un hombre de izquierdas, convencido y con mucho talento.
También soy amiga de Doris Arellano, es mi paisana, la aprecio mucho y la invitamos para que fuera a exponer al congreso federal durante una semana.
-Si le dijeran que le van a dar un día de descaso para que haga lo que quiera…
-Me voy a la costa, al mar, a caminar a Mazunte o con mis amigos de Zipolite, o a platicar con los pescadores de Puerto Ángel.
-La pregunta que ya si hizo clásica: los tres libros favoritos de Karina Barón…
-Me gusta mucho Ángeles Mastreta. He leído tres veces “Arráncame la vida”. De Gabriel García Márquez “Cien años de soledad”, un clásico; y hay un libro, “Caña amarga”, del padre Carlos Bonilla Machorro, sobre la historia de la lucha por la tierra, es uno de mis favoritos porque cuenta cómo los cuenqueños se liberaron de la esclavitud.
-La clase política está muy desprestigiada. ¿Cómo se puede devolver al pueblo la confianza en sus diputados?
-Tenemos un gran reto. Tenemos primero que trabajar, que para eso nos pagan y nos pagan muy bien.
-¿Cuánto?
-Más de 70 mil pesos al mes y con tantos beneficios que nos dan, somos privilegiados. Al menos en el caso de los diputados federales así es. Por eso debemos trabajar, con honestidad y transparencia. Si un servidor público da esas dos cosas, la ciudadanía va a estar satisfecha.
-¿Ha experimentado rechazo o agresiones por su actividad política?
-No, nunca. A mí me pueden ver comiendo unos tacos o tlayudas en el mercado; caminando, acá o en Tuxtepec, o el cualquier parte del estado. Gracias a Dios la gente me quiere porque sabe que no les fallo y todo mi trabajo ha sido de un escaloncito a otro, poco a poco.
Yo vengo de la sociedad civil, no soy política de cuna y mi principal actividad es la gestión, muchas veces me quedé esperando que un diputado me apoyara, me quedé con muchos proyectos de mi gente bajo el brazo porque no encontré el respaldo político.
-¿Que le quita el sueño a Karina Barón?
-Mi hijo, tengo un hijo de 7 años, lo que sufro mucho es su ausencia. Me voy de martes a jueves; solo estoy con él dos días en la semana, pero le explico que estoy trabajando para ayudar a la gente.
-¿Cree que le falta alegría a la gente de nuestro estado?
-Los oaxaqueños somos muy alegres pero ciertamente ahora veo a gente deprimida, triste, hay muchos grises, opacos, hay mucho qué hacer con ellos por la situación económica, por la inseguridad, que nos tiene muy preocupados porque ahora no solo hay que pelear por la papa sino también cuidar que no te lo quiten.
-Dice José Antonio Abreu, el creador del Sistema Nacional de Coros y Orquestas de Venezuela, que la pobreza material se combate con riqueza espiritual. ¿Qué opina de esto?
-Es verdad. Si nos sentimos satisfechos y tranquilos como personas vamos a ser felices. La economía debe servir para cerrar brechas de la desigualdad. No podemos convivir en paz los muy muy pobres con los muy muy ricos. La reforma de Hacienda nuevamente favorece a los poderosos; debe haber un equilibro y deben los gobernantes gobernar con conciencia.
-¿Qué tanto falta Karina Barón a las sesiones en el Congreso?
-Trato de no faltar. Falto muy poco, salvo por algo extraordinario; si tuve dos faltas en el pasado periodo son muchas, y justificadas. No me van a ver en la lista de diputadas faltistas. Y los miércoles sesionamos en Comisiones; ahí no se toma lista pero trato de no faltar.
Las mujeres somos muy trabajadoras, yo a veces vengo comiendo a las siete de la noche. Trato de no faltar a mis Comisiones. Si me canso me tomo mi vitamina y no me rindo.
-¿Algo que quiera agregar?
-Invito a toda la gente a mi informe este miércoles 5 de octubre a las cinco de la tarde en la Plaza de la Danza. Y los invito a que me hagan sugerencias, que me pasen temas sensibles que yo no logro visualizar. Me pueden escribir a mi cuenta de Facebook y enviarme un whatsapp, sí los leo, y les contesto.
-Muchas gracias.