El gobierno, los tres niveles, cuenta con mala memoria para recordar a mujeres y hombres ya fallecidos que, con su trabajo en el campo de las artes, dieron lustre a Oaxaca y a México.
Este 17 de julio, el nacimiento del pintor Francisco Benjamín López Toledo se les atoró a los gobiernos Federal y Estatal y el de la Ciudad de México.
Mientras, para la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca, Seculta, que dirige el juchiteco Víctor Cata, la fecha pasó sin ninguna mención; la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México -en boletín echado a circular en redes sociales- celebró el nacimiento del pintor con este texto: “A través de sus trazos, Francisco Toledo universalizó el espíritu de la región del Istmo y convirtió am Oaxaca en la capital artística de México. Nacido el 17 de julio de 1940, el juchiteco buscó democratizar las artes, fundó museos y bibliotecas y luchó por diversas causas sociales”.
La misma fecha, el mismo personaje, mereció un discreto post, en las redes sociales de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, mencionó: “Hoy el maestro Francisco Toledo, uno de los artistas plásticos más sobresalientes que ha dado México, cumpliría 83 años”.
Para la enciclopedia en línea Wikipedia, Toledo nació en la Ciudad de México un día 17 de julio.
Los juchitecos se niegan a reconocer que el artista plástico no nació en Juchitán -la familia del pintor era originaria de un municipio vecino, Ciudad Ixtepec- y pasan por alto la celebración de su cumpleaños
Este día 17 de julio, celebración del primer Lunes del Cerro en el auditorio Guelaguetza, a los funcionarios de Cultura local, que encabeza Víctor Cata, se les olvidó difundir el nacimiento de Toledo.
Oaxaca se convirtió en el sitio Disney donde los indígenas celebran con música y danzas la visita de los blancos a su tierra; poco tiempo le quedó a Seculta para organizar exposiciones infantiles, lecturas de poesía y simposios para celebrar la vida y la obra de uno de los oaxaqueños más destacados en el campo de las artes.