OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- A unos días de la conmemoración de 83 aniversario de nacimiento del maestro Francisco Toledo, sus descendientes de la asociación civil Francisco Toledo promovió la restauración de la fuente La Sangre de Mitla, creada por el artista plástico juchiteco en el Patio El Guaje del Jardín Histórico Etnobotánico, situado dentro del Centro Cultural Santo Domingo.
Alejandro de Ávila, director del Jardín Etnobotánico, indicó que la fuente es una de las obras emblemáticas de Toledo, “es la obra visible al público más destacada de Francisco Toledo, cualquier persona la puede ver sin necesidad de ingresar al jardín. Lo que se hizo fue reponer las micas faltantes, porque se habían perdido muchas, este material es difícil de conseguir, y ahora gracias a la generosidad de los miembros de la asociación civil Francisco Toledo se compró lo necesario para restaurar la fuente”.
Sobre la restauración de la obra, Sara López Ellitsgaard, hija del artista y presidenta de Francisco Toledo A.C., comentó que era “importante realizar la restauración de la fuente ya que está en un jardín que él promovió y propuso fuera Etnobotánico, además la obra tiene su hogar frente al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), otro espacio fundado por el maestro”.
“El proceso de restauración fue un poco lento, más de lo que hubiéramos deseado, ya que las piezas de mica que se necesitaban son muy grandes y no es fácil conseguirlas y adquirirlas. Esperamos que los visitantes del Jardín y quienes la ven desde la calle de Alcalá, la disfruten tanto como nosotros que la vemos día a día desde el IAGO”.
La idea inicial de colocar la obra La Sangre de Mitla en el Patio El Guaje era que diera la bienvenida a quien llegaba al jardín, ya que habían planteado que la entrada principal fuera por la calle de Macedonio Alcalá.
“El maestro había elaborado una maqueta en cera inspirada en la geometría de Mitla, porque le habían pedido una pieza para la Expo Hannover 2000, ahí realizaron la obra en mármol, nosotros le dijimos que queríamos una pieza para el jardín y se trabajó en el mismo diseño, empezamos a hacer la maqueta en escala, con la idea de hacerla horizontal, pero el pidió que fuera vertical, lo que representó mayor complejidad”, detalló De Ávila.
Para su elaboración aprovecharon madera de un árbol muerto que les habían donado de Matatlán, “era un sabino centenario que se había secado en el pueblo, sin proponérnoslo la fuente se convirtió en una síntesis de lo que significa el Jardín, porque es madera de sabino, el árbol dominante de la vegetación original del Valle de Oaxaca, el agua que cae en la fuente está teñida con grana cochinilla, la grana que construyó la ciudad virreinal, la mica, que ya era un artículo del comercio prehispánico porque en Teotihuacán los arqueólogos encontraron mica oaxaqueña tapizando espacios de la élite, la mica de Oaxaca era algo muy cotizado y apreciado y el diseño inspirado en las grecas de Mitla, la geometría es lo que también marca el paisaje del Jardín”.
La fuente la empezaron a realizar en el 2001 un año después de que se llevó a cabo la Expo Hannover. El nombre de la pieza se lo dio Toledo desde que realizó la maqueta.
Hay distintos lugares, como museos, bibliotecas y jardines donde se puede apreciar la exploración que Toledo hizo en diseño, el artista trabajó con distintos materiales para expresarse en el diseño de rejas, fuentes y vitrales. Una maqueta de esta fuente ha sido parte de la exposición Toledo Ve que se presentó por primera vez en el Museo de Culturas Populares en la Ciudad de México y ha viajado a Puebla y España.
La restauración se logró gracias a la disposición de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca y el apoyo de colaboradores del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, señala el IAGO vía comunicado.