OAXACA,Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía UABJO).- El rompimiento de la rutina cotidiana durante la pandemia llevó a la relajación de los hábitos de higiene y al mayor consumo de alimentos chatarra. Al no existir horarios fijos para levantarse, comer o asearse, en dos años se multiplicó la incidencia de caries infantil para alcanzar el 89% aseveró la investigadora Ruth Elena Castillo Ramírez, maestrante en Odontopediatría de la UABJO.
Por ésta y otras investigaciones de Nelly González Robledo y Ruth Elena Castillo Ramírez, ambas maestrantes de la Facultad de Odontología, la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca obtuvo dos primeros lugares a nivel nacional, otorgados por la Academia Mexicana de Odontología Pediátrica A.C.
Castillo Ramírez mencionó que a nivel mundial, México es uno de los principales consumidores de bebidas azucaradas, junto con Estados Unidos. La situación se torna preocupante en el país, y las cifras revelan que nueve de cada diez niños mexicanos consumen bebidas azucaradas diariamente, lo cual equivale a la ingesta de 450 ml. diarios, y solo el 20% de las y los niños consume mínimo 4 vasos de agua natural al día.
Brevemente explicó parte del procedimiento de su investigación que consistió en, previa autorización de padres de familia, recolectar dientes careados de niñas y niños de 1 a 8 años de edad, de pacientes que llegan a la Clínica de la Facultad.
Dichas piezas fueron colocadas en una solución de saliva donada por pacientes con caries para simular el ambiente de la cavidad bucal. Mismos que se colocaron en una incubadora a 37 °C por varios meses y se iba midiendo constantemente el progreso de la caries en las piezas.
Finalmente, la especialista hizo recomendaciones a madres y padres de familia, frente al aumento en el índice de caries, la mejor prevención es una alimentación baja en azúcares y hábitos de higiene bucal constantes.
Lo más preocupante es que a veces piensan que los jugos industrializados o los refrescos que dicen 0 azúcar son inofensivos, y sabemos con certeza, que contienen edulcorantes o sustitutos de azúcar, que son igual de nocivos que el azúcar de caña, explicó Castillo Ramírez.