OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Apenas en julio pasado, autoridades estatales y municipales se enorgullecían, y casi asumían como un logro propio, que la capital oaxaqueña encabezara nuevamente, por segundo año consecutivo, la lista de las 25 “Mejores Ciudades del Mundo” de los World’s Best Awards, de la revista internacional Travel + Leisure, premio que reconoce a los mejores sitios del mundo para viajar.
Cuatro meses después, existe preocupación de recibir un llamado de atención por parte de la UNESCO, y hasta de llegar a perder el título de “Patrimonio Cultural de la Humanidad” que recibió el centro histórico de la capital oaxaqueña hace 35 años.
Por el mundo han viajado imágenes de las montañas de basura vertidas en el Zócalo, el parque El Llano, y en diferentes espacios de la ciudad capital, como parte de la llamada “crisis de la basura”, derivada del cierre definitivo del vertedero donde eran llevados los residuos generados en la capital del estado, y de un conflicto entre el sindicato de trabajadores de limpia y autoridades municipales.
El fin de semana pasado, el centro histórico se convirtió en un basural pestilente que en pocas horas y días escaló a foco de infección. Fue entonces cuando la belleza de la ciudad y su patrimonio arquitectónico quedaron en segundo plano ante la urgencia de solución a un problema que pone en riesgo algo más valioso: la salud de las personas.
Al menos esto fue lo que puso de manifiesto uno de los más fervosos amantes y defensores del patrimonio histórico y cultural de Oaxaca, el arquitecto Esteban San Juan Maldonado, restaurador del Exconvento de Santo Domingo de Ocotlán, sede de la Fundación Rodolfo Morales, y del “majestuoso” Teatro Macedonio Alcalá.
-Esta situación ha rebasado cualquier cosa que hubieran imaginado defensores del patrimonio…
-Totalmente. Creo que en este problema no solo deben estar los ojos de la municipalidad, sino del estado y del país; a pesar de que los ojos del mundo ya están monitoreando esta desgracia, porque no le puedo llamar de otra forma, una desgracia para la salud, para el medio ambiente, para todo.
Entrevistado en el Café del Teatro, donde convivía con sus nietas en un intermedio de la proyección de “La traviata”, desde el Metropolitan Opera de Nueva York, el sábado 05 de noviembre, el Coordinador General de Teatros reconoció sentirse “avergonzado” de lo que está viviendo la capital oaxaqueña.
-¿Cómo se siente al ver la ciudad?
-Me siento avergonzado. Porque, ¿qué les voy a dejar de herencia a mis hijos, a mis nietas, en un proyecto cultural por el que he luchado toda mi vida? Tengo la Ópera en el teatro Alcalá, las personas que vienen a verla, incluidos niños, tienen que estar saltando las bolsas de basura. Qué desilusión, cuánta pena por la ciudad. Ojalá que no derive en una enfermedad.
Es urgente que se tome una medida drástica en un problema que no solamente involucra a las autoridades, sino también a la ciudadanía, que tiene mucha responsabilidad. Hablamos de restauración del centro histórico pero también tenemos que restaurarnos los ciudadanos, porque si no cooperamos en esta emergencia, no la podremos solucionar de una manera rápida. ¡Debemos solucionarla conjuntamente!
A pesar de los montones de bolsas negras con basura derramándose, bares y restaurantes del primer cuadro de la ciudad continuaban operando de forma normal, aunque no al 100 por ciento de su capacidad. El cubrebocas sigue siendo buena opción al reciorrer la ciudad, más con los malos olores y las moscas de acompañamiento.
-¿Era ésta una crisis anunciada?
-¿Qué pasa en el centro histórico? ¡No se ha regularizado nada! Se ha dado demasiada libertad en el tema de gentrificación; el centro histórico ya se está volviendo una ciudad muerta por la falta de vidacomunitaria, de vivienda, de seguridad; es urgente solucionar el tema de la basura, es urgente replantear la vida en la ciudad y no pasarse el tiempo en planes de desarrollo urbano. La solución en gran parte está en la ciudadanía, ahora más qu e nunca debemos tener la actitud positiva para reciclar, esperar y ser prudentes. El problema de la basura no se arregla con una varita mágica, debemos colaborar todos.
Nosotros como arquitectos e involucrados en el tema del patrimonio debemos poner e ejemplo. Si tenemos un negocio, y lo primero que hacemos es sacar la basura sin clasificar no vamos a llegar a ningún lado.
-¿Hay que educar desde el empresario hasta el ambulante?
-Este es un problema de conciencia y educación. De seguir así, los mismos trabajadores de limpia tienen hijos en las escuelas que se van a enfrentar a un problema de salud, y con la salud de los niños y jóvenes no se puede jugar. Debemos tomar conciencia de que la ciudadanía es parte del problema y que podemos ayudar.
Si nos dicen que la tarifa de la basura va a ser más cara la tenemos que pagar; si tenemos para pagar una fiesta, podemos pagar un servicio para cuidar nuestra salud.
Esteban San Juan, a veces reflexivo, y otras irritado, expresó que por parte de las autoridades también existe una gran responsabilidad en la toma de decisiones acertadas, como ha sucedido en otros estados y en otros países donde el problema de la basura se ha superado con el uso de la tecnología.
-Los terrenos donde llevar la basura ya tienen estudios de impacto ambiental, no se va a tirar la basura en terrenos que no corresponda. Existen empresas de reciclaje de basura. En otros estados la basura es un negocio, una industria fuerte. En Oaxaca han habido propuestas de empresarios para el manejo de la basura, pero quien debe no ha tomado una decisión al respecto. Este probema ya se ha rebasado en otros países con el uso de la tecnología. En Oaxaca parece que estuviéramos en el siglo pasado.
Este lunes 07 de noviembre se reanudó el servicio de recolección de basura en el centro histórico mientras que prestadores de servicios turísticos contribuyeron lavando y sanitizando las áreas donde estuvieron las motañas de basura el fin de semana.