A diez días del final de las campañas, con una semana más de veda y en medio de confusiones, tensiones y conflictos, los escenarios electorales siguen con variaciones mínimas. De entre todos los datos de las encuestas, se pueden rescatar tres que serían importantes para las evaluaciones:
1.- Morena sigue a la cabeza con un promedio de 40%-45% de expectativas de votos, un poco más que en 2018. Si se recuerda, hace dos y medio años Morena ganó 39% de votos y construyó mayoría absoluta de 52% vía la sobrerrepresentación y la compra de diputados. En este sentido, puede decirse que sin esas ventajas Morena podría aumentar un poco su nivel.
2.- A pesar de todo y por todo, el PAN y el PRI no han rebasado la línea estratégica de 20% cada uno. La alianza opositora como segunda fuerza legislativa tendrá beneficios en la Cámara, pero no en las plazas electorales. Por sí mismos, el PAN y el PRI tienen porcentajes de votos como los que tuvo el PAN después de la crisis de 1988. El PRI ya se quedó hundido en una media electoral de 18%, imposible de contabilizar como positiva para las presidenciales de 2024. El PRD tiene hacia su disolución y quizá sobreviva con el mínimo –en 3%-5%– por efecto de la alianza, pero se perfila como el PPS del viejo régimen: partido rémora del PAN Y DEL PRI.
3.- Los tres nuevos partidos habrán de fracasar. Su creación estuvo en el modelo de Morena de tener legisladores de los cuales echar mano para construir una mejor mayoría en el Congreso. Pero el escenario cambió y no sólo no le servirán a Morena, sino que se convirtieron en un problema: para mantener su registro, los nuevos necesitan cada uno 3% de votos, que serían 9% de votos que le urgen directos a Morena, Por eso se está viendo ya la ruptura de Redes Sociales Gordillistas y de Fuerza por Haces con Morena, en un intento de salvar el registro con 3% de votos cada uno. Y el Partido Religioso PES anda por las mismas.
En los hechos, la caída de votos de Morena se ha registrado en elecciones para gobernador. Sobresalen el desmoronamiento en Campeche, la declinación en Sonora, la crisis en Guerrero y sobre todo la disputa por alcaldías y distritos electorales en Ciudad de México. Pero los niveles de interés son diferentes: el presidente López Obrador le dio prioridad a los diputados federales y Morena necesita mantener territorios locales de gobernadores y alcaldes. En los hechos, el proyecto lopezobradorista estará en el Congreso.
Hay otras dos claves electorales que han aparecido en los últimos días:
1.- El modelo de alternativa del voto. Si no es por Morena, quiénes son la oposición y sus candidatos. Y como el PAN y el PRI no han cambiado y de hecho profundizaron su modelo elitista que fue castigado en las urnas, entonces el voto se tendrá que dar en un escenario inflexible: Morena o el mismo PRI-PAN. La misma alianza opositora va a comenzar a convocar al voto “tapándose las narices”, es decir un voto anti AMLO aunque sea por partidos y candidatos que huelen mal. Hasta hoy existen indicios de que esos argumentos no alcanzan para aumentar la bolsa de votos contra Morena, sobre todo por candidatos que siguen representando el México de la corrupción y el colapso social.
2.- La incorporación de los empresarios de Coparmex y las ONG´s financiadas por organismos desestabilizadores de EE. UU. vía su embajada en México. Pocos van a convencerse que Coparmex como pensamiento capitalista extremo –es sindicato patronal– pueda representar la democracia plural. Capitalismo y democracia son excluyentes. Y votar por la alianza PAN-PRI-PRD sería hacerlo por el proyecto empresarial neoliberal de Carlos Salinas de Gortari que Morena, mal que bien, ha estado desmontando en los últimos meses. A muchos se les olvida que los empresarios de la Concanaco combatieron al gobierno de Cárdenas y Coparmex confrontó a López Mateos y a Echeverría para defender el proyecto capitalista de utilidades empresariales y salarios bajos. La alianza opositora PAN-PRI-PRD es el bloque de poder de la Coparmex y los grandes capitales que se beneficiaron del neoliberalismo salinista y por el capitalismo concentrador del ingreso en manos privadas,
Es cierto que las elecciones de 2021 no serán ideológicas ni de proyectos nacionales históricos, pero hay elementos parciales que aportan indicios de lo que está en juego: el regreso del PRI vía el PAN, el PRD, Coparmex y la embajada de EE. UU. Y es el PRI de Madrazo, Salinas y Zedillo, una amalgama de política perversa.
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Política para dummies: La política es memoria y realismo.
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