OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Su rostro de niño resalta entre los cincuenta músicos que le rodean en el escenario. Su nombre es Carlos Alberto Santos Díaz, tiene 15 años, toca el oboe, uno de los instrumentos más difíciles, y más caros, y es, en más de 25 años de la Sinfónica de Oaxaca, su integrante más joven.
Y también es el único músico de la institución al que acompañan sus padres a todos los conciertos, para luego esperarlo en las afueras del teatro y retornar juntos a su casa, en la agencia Vicente Guerrero, en Zaachila, a las orillas del más grande basurero del estado.
Lucio Santos y Beatriz Magdalena Díaz, él empleado y ella ama de casa, sus padres, le apoyan en todo desde que entró a la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia, formada por el párroco de San Bartolo Coyotepec José Rentería y el maestro Camerino López Manzano, para alejar a niñas y niños de un ambiente propicio para las drogas y la delincuencia.
“Vamos a apoyarlo en todo primero a él, y después a su hermano más chico, al que también le gusta la música”, expresa orgulloso don Lucio.
Carlos Alberto empezó a estudiar clarinete a los diez años y, bajo la tutela del maestro Josué Rodríguez Coutiño, oboísta de la Sinfónica de Oaxaca y profesor voluntario en la Escuela Santa Cecilia, incursionó en el oboe, un instrumento que llega a costar más de 50 mil pesos.
El oboe que toca Carlos Alberto, junto con violines, chelos, tubas, trombones y otros tantos instrumentos con los que se integró una orquesta sinfónica en la Vicente Guerrero, llegaron a través de la piloto de Air France Isabelle de Boves, un “hada madrina” que desde que conoció la escuela hace un par de años, se ha dedicado a recaudar instrumentos y apoyos para la misma.
El joven integrante de la Sinfónica de Oaxaca es el primer alumno de la Escuela Santa Cecilia que, gracias a una beca, ingresó recientemente a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca donde estudia actualmente.
A principios de 2018, Carlos Alberto audicionó para hacerse de un puesto en la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, y lo consiguió. Hoy, junto a su maestro Josué Rodríguez, forma parte de la sección de oboes de la institución artística.
A mediados de abril participó en el segundo concierto de la temporada, bajo la batuta del prestigiado director brasileño Lanfranco Marcelletti: en el teatro Juárez el viernes 14, y en el Macedonio Alcalá el 17.
“Carlos es como una esponja que absorbe rápido la enseñanza musical, sin importar que el oboe es uno de los instrumentos más difíciles”, expresa su mentor Josué Rodríguez, originario de Villahermosa, Tabasco, catedrático de la Facultad de Bellas Artes.
“Es un buen alumno, va avanzando rápido y con pasos seguros, tiene buena técnica y es un chico humilde, sabe qué es lo que tiene que hacer y lo hace, sin ese ego que suele darse entre artistas”, agrega.
Carlos Alberto Santos Díaz es un fruto de lo que puede conseguirse a través de la pedagogía musical en zonas llamadas vulnerables, enfatiza Josué Rodríguez.
Yo observo que se está dando un gran cambio en la comunidad a través de la música, y estoy seguro de que el gran impacto se va a ver en el futuro, cuando los niños y niñas crezcan y tengan sus hijos.
A los 15 años, Carlos Alberto ya tiene una agenda apretada como cualquier músico profesional. Esta semana ha debido combinar los ensayos con la Sinfónica de Oaxaca, con los de la Orquesta de Bellas Artes, y con sus compañeros de la Sinfónica Santa Cecilia, con la que toca este jueves en el Centro Nacional de las Artes, junto al Coro de Air France.
El concierto de esta noche, a beneficio de la escuela de música de la Vicente Guerrero, es propiamente el estreno de la Sinfónica Santa Cecilia, al lado de sus benefactores franceses, dentro de los que se encuentra Isabelle de Boves, la piloto francesa que, dice, vio estrellas en los ojos de esos niños que ahora se harán escuchar con sus violines, oboes, chelos, trombones, y otros tantos instrumentos que sonarán a partir de las 19:00 horas en la Ciudad de México.
El mismo concierto será ofrecido el sábado 21 en el teatro Macedonio Alcalá a las19:00 horas, con los mismos fines.
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NO SE DIGA MAS SEÑORAS Y SEÑORES…CUANDO EL VERDADERO TRABAJO PEDAGÓGICO TIENE VISIÓN, NIVEL Y HUMANISMO…EN HORA BUENA, FELICIDADES ESTE CHAMAKON.