Solsticio de invierno, los árboles amanecieron nevados en los pueblos de la sierra.
Días cortos, de escaso sol, apenas hubo tiempo
Para anunciar la muerte de la señora Pacheco.
Ella fue amiga de escritores,
desde su juventud. Estuvo al frente de un programa de entrevistas por televisión, hizo crónica urbana
por más de cuarenta años.
Escribió los domingos para un medio capitalino. Durante muchos años dio voz a niños de la calle, músicos callejeros, gente del comercio informal, prostitutas.
Madre de dos hijas, enterró a su marido, a su amigo poeta. Qué mujer tendrá tanta resistencia para enterrar a dos poetas en la vida? El marido murió al golpear su cabeza contra él escritorio, su amigo se llamó Juan,
él había perdido a su hijo en manos de la dictadura en la Argentina.
La señora Pacheco fue testigo de la ciudad horrible, monstruosa.
Pocas, muy pocas cosas se pueden hacer este 21 de diciembre.
A veces quiero escribir un libro, poesía, pero no hay tiempo.
Entra la noche, los días son cortos.
Hay luz apenas para compartir noticias con la muerte de gente mayor.