Los primeros reportes políticos antes de las campañas formales por la jefatura de gobierno de Ciudad de México indican un reposicionamiento del PRD de Miguel Ángel Mancera, ante la baja en las tendencias de Morena-Claudia Sheinbaum-López Obrador.
La sorpresa tiene tres variables: la recuperación de algunas posiciones delegacionales por el PRD, la tendencia favorable de Alejandra Barrales como la precandidata perredista mejor colocada en las encuestas y el repunte en la aceptación política de Miguel Ángel Mancera sobre todo por su papel activo en las tareas de reconstrucción de las zonas dañadas por los terremotos de septiembre.
Lo que está molestando a los morenistas es el avance de la precandidatura de Barrales, quien, a pesar de lo que se publica, sí tiene todo el apoyo de Mancera. La participación de Armando Ahued y Salomón Chertorivski no ha hecho más que darle una lección de política democrática a los panistas que se agandallaron la candidatura presidencial cerrándole las puertas a Mancera, al tiempo que posicionar a esos dos figuras del mancerismo en la política capitalina para posiciones electorales adicionales.
A Mancera, Barrales y el PRD en CdMx le ha ayudado el hecho de que Marcelo Ebrard no pueda entrar en el entorno de López Obrador, ni en la campaña morenista capitalina. Ebrard ha tratado de vender su “experiencia” electoral que le permitió al PRI en 1991 recuperar todo el DF después del descalabro de 1988. El operador electoral a favor de Salinas de Gortari fue Ebrard.
Ebrard ha estado buscando con desesperación una posición política con López Obrador, pero la Secretaría de Gobernación que tuvo en el 2012 le fue asignada a la ministra retirada Olga Sánchez Cordero. En el 2015 Ebrard compitió por una misma posición por dos partidos y su nominación fue prohibida por el Tribunal Electoral; quería una candidatura capitalina para obtener fuero ante las corruptelas detectadas por el gobierno de Mancera. Ahí se localiza la importancia clave de la candidatura de Barrales con el apoyo de Mancera.
La candidatura de Barrales por el PAN-PRD-MC para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México forma parte de los activos políticos de Mancera. La candidatura presidencial frentista de Ricardo Anaya va a depender del papel de la candidatura frentista en la capital de la república. Y aquí todo el peso estará sobre Mancera.
Eso sí, Mancera quiso darle una lección democrática a Anaya al permitir las precampañas de Ahued, Chertorivski y Barrales, porque la movilización de tres precandidatos ha ayudado a reactivar a las bases perredistas en CdMx y a movilizarlas frente al dedazo burdo tipo priista de López Obrador para imponer como candidata a Sheinbaum. El desencanto de Ricardo Monreal contra López Obrador disminuyó el ánimo morenista y ayudó al PRD.
Mancera está obligado a ganar la jefatura de gobierno para el PRD por el doble efecto: disminuir las expectativas de victoria de López Obrador y fortalecer al PRD ante el avasallamiento del PAN en la candidatura presidencial. Los conflictos violentos PRD-Morena en algunos mítines exhiben el ánimo sobrecalentado de las militancias.
Hasta ahora, Barrales aparece en punta en las encuestas y mantiene suficiente ventaja como para asegurar la candidatura, sobre todo por el apoyo vital de Mancera a su posicionamiento. Barrales fue una pieza de Mancera en la presidencia del PRD y Mancera será decisivo en la candidatura capitalina.
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Política para dummies: La política es la habilidad para leer lo que no se dice pero que sí será.
Sólo para sus ojos:
- Mientras en algunos estados hay una confrontación del gobierno local con universidades para someterlas al control oficial, el gobernador sinaloense Quirino Ordaz tomó la decisión de otorgar la autonomía total a la Universidad de Occidente, con lo que el estado contará con dos centros de excelencia en educación superior, con la Universidad Autónoma de Sinaloa. La autonomía beneficiará a la planta de casi doce mil estudiantes y fortalecerá el pensamiento crítico con enfoque social, sacando las manos del gobierno del funcionamiento educativo superior. Esta decisión fortalece la libertad de cátedra y de reflexión.
- El regreso de Javier Lozano Alarcón al PRI en la modalidad de priísta-no priísta podría fortalecer al equipo de campaña light del candidato no-priísta del PRI. Lo de menos, a estas alturas, sería invocar coherencia política en un ambiente político incoherente: Lozano es un guerrero de la política, sabe pasar a la ofensiva y conoce los resortes del sistema. Un duro en el equipo podría ayudar a la aguada campaña de Meade.
@carlosramirezh