Tiempo, solo tiempo
A veces el amor no se trata de estar juntos, sino de aprender a vivir separados. El amor no siempre termina en anillos, fiesta, brindis y ramo. A veces se desvanece entre los días, entre los reclamos que terminan asesinando el cariño, entre las manos que dejan de tocarse y los besos que no alcanzan los labios.
Han pasado cuatro meses desde que todo terminó, los días son cada día más cortos y los cuadernos ya no se llenan de notas que fueron tristezas y llanto. Atrás han quedado las almohadas húmedas y el cuerpo tiritando. ¿Esperanza? Ya no hay esperanza, se desvaneció cuando los vio a lo lejos, con las manos entrelazadas. Cuando el último mensaje que recibió de él fue un “no te extraño”.
Se obligó a seguir, a sonreírle al amor de sábanas que siempre tuvo guardado. Puso su cuerpo entre las manos de un hombre que la hace reír y la trata con cariño, posó los labios en una boca que la besa sin futuro ni pasado. Volvió a intentarlo, se dejó llevar por la emoción de la risa y lo que no se tiene planeado.
¿Dónde está él? ¿En qué brazos la habrá olvidado? ¿Alguien sabe? ¿Alguien puede decirnos a dónde se va el amor cuando se ha terminado?
No hay fórmula para superar el desengaño, no hay receta que valga cuando los somníferos no atacan el llanto, al corazón solo hay que darle tiempo para que cure sus heridas y vuelva a latir como si no nada hubiera pasado.
-Te ausentaste mucho tiempo- dijo el terapeuta.
-Sí, es que necesitaba tiempo para olvidarlo- respondió.
-¿Lo olvidaste?
-No, pero le quité el poder que tenía sobre mí, me deshice de esos pensamientos que me hacían llorar. Dejé de esperar sus llamadas, borré sus datos de contacto, volví a salir, conocí gente nueva, cambié mi dirección, mi teléfono. Estuve con alguien más, me miré al espejo y volví a gustarme, me encontré virtudes, me deshice de la idea de que no soy buena pareja, buena opción. Porque lo soy, ¿sabes? soy linda, inteligente, divertida, un poco oscura, retorcida, pero divertida al fin. Soy muy buena y me merezco lo mejor… a alguien mejor.
-Entonces hemos avanzado.
-Sí. ¿Ahora qué sigue?
-No sé, dímelo tú.
-Ya sé qué es lo que sigue… vamos a apagar la luz.