Sale a la luz, se vuelve asunto pública, una fotografía de la noche oaxaqueña. El palomazo de poesía.
Aquí están los poemas, los poetas, mujeres y hombres, el garabato que hace registro, la fotografía, digo, del momento histórico, de algunas fechas importantes para esta ciudad.
Podría decir 2006, podría mencionar Ayotzinapa, Nochixtlán. Decanta el tiempo, el conjunto humano, no las instituciones, las voluntades.
La acción del palomazo mantiene esa validez de la periferia al centro, acción de todos, comunitaria. Decir, decimos, sin canon. Sin nombres, así, poesía nomás, para abrir oídos, bocas. Sin personajes, personalidades. Lo que ya se sabe es que partimos de tantos descalabros, la poesía es la primera medicina. Un amor, una enfermedad, el mal gobierno.
Los dosmiles, Quince Años. Ante un mundo violentado por los gobernantes se levanta la noche oaxaqueña, ahora su fotografía. Oaxaca es de todos, en un tiempo fue de castas. Pero ahora no. Hay memoria. Digo, sin gobierno ni personalidades volver a la práctica de la ruta, el camino. Puro camino y deseos de encontrar gente apenas, un mezcal. Ni menos de tres ni más de cinco. En la Babel los poetas tienen la palabra. Digo, fotografía, el registro de la noche oaxaqueña sin caciques ni protocolos, sólo para abrir oídos. Sean ustedes bienvenidos.
Salud.
San Martín por la Secundaria, Oaxaca, septiembre, 2016.