Para Liubka y Rogelio
Porque la alegría resulta una obligación que nunca termina.
Habrá que buscar la olla de barro negro como máquina del tiempo,
agregar las hojas negras del diario para que la fruta verde madure.
El patio relumbra con su columpio.
En la fiesta de bodas se tira el arroz
para que los días de la fortuna brinquen como niños en el recreo.
Abre la ventana para que veas.
Las aguas como miradas buscan la pendiente de los amores.
Habrá que poner casa a la alegría para que bailen las estrellas
y los suspiros hasta que llegue la aurora.
Casarse es la buena oportunidad
para poner sonrisas y sacar la foto