FER AMAYA*
Justo van dos noches desde que me asaltó una duda pajarera. Saber si una destacada fémina del canto hizo mal en cambiar una palabra a la canción que interpretó en la hasta hoy celebrada como “Guelaguetza oficial”. Pues no es incidente mayor, creo, cuando otras conspicuas cantantes del entorno oaxaqueño, han destrozado trajes, música y letras de canciones de alta factura cultural y simbólica para nosotros. Omito referencias, pues a decir de mi abuela “lo que se ve no se juzga”. Simplemente entiendo que, en esto de los encantados y las vencidas, cada quien exprime su criterio para compartir su bondad o su enojo.
Pero si tengo que hacer una respetuosa observación con respecto a la interpretación de temas consagrados en nuestro insigne repertorio de la música y el canto tradicionales oaxaqueños. Tomemos como ejemplo dos que obran en el gusto y la sensibilidad de nosotros: Pinotepa Nacional y La Llorona, no hay oaxaqueño que no reconozca su entonación y su fraseo, aún cuando la música y el canto no sean atributos de su carta de vida.
Con respecto a Pinotepa Nacional de Álvaro Carrillo, por fortuna hay en redes sociales una grabación casera, muy valiosa, donde el autor se acompaña con guitarra y canta ese ofrecimiento coplero a una localidad que es de nuestra muy alta estima; sobre la Llorona, existe la versión de La Banda Princesa Donashi en donde canta la señora Elba Cabrera, sentando un precedente de interpretación muy estimable y magnífico. No hay necesidad de reinventar lo esencial, si se valora que el autor marcó la pauta a seguir, en incluso nuestra propia interpretación de esos temas.
Si se tratara de un show o una exhibición muy personal, correr riesgos va por cuenta de cada quien, pero si se asume una responsabilidad colectiva pretendiendo ser una representante de tal o cual pueblo, región o de la entidad misma, habría que andarse con tientos y dar nuestro aporte con humildad y sinceridad, pues el colectivo reconoce y aprecia la buena intención y la entera disposición, así como también obvia y soterra lo que no va en ese sentido.
No habrá tercera noche de inquietud, les dejo estos apuntes a petición de nadie y sin fines explícitos. Léanse con parsimonia, sin asumir parte en el dislate de condenar con juicio severo a quien se tomó la libertad de cambiarle una coma, un acento o una palabra al patrimonio comunal.
*FER AMAYA es compositor, cantante, narrador y poeta oaxaqueño.
3 comentarios
Concuerdo con el sr…más sin embargo considero que no fue tanto un cambio de letra como la burla de sacar una fotografía en un medio masivo de comunicación como lo es el Facebook y hacer alardear de haber hecho eso…considero que debió de haber tenido más profesionalismo y humildad y arreglar las cosas con los que tenía que arreglarlas y no actuar de forma viceral como ella misma lo dice…los oaxaqueños somos gente muy respetuosa de todos los estados de la República y por lo tanto pedimos respeto solo eso.
Es un tema ramplon que a los bien nacidos en el bello estado de Oaxaca, no nos incomoda. Por que sabemos exactamente lo que tenemos y de lo que podemos presumir. Que se rasguen las vestiduras los chismosos y los que buscan pleito.
Sí muy respetuoso que ofenden con maldecir la identidad bicultural de la Sra, Alcaraz al llamarla “No te atrevas a subir al escenario maldita Tabasqueña”. De paso agreden a la identidad de la cultura tabasqueña cuando en Tabasco se aprecia, se respeta y siempre es bien recibida la gente y la cultura Oaxaqueña, pero ya se cagaron con tantas ofensas en el nombre de un estado como TABASCO que ni la debe ni la teme, los Tabasqueños perdonan pero no olvidan las ofensas el tiempo les recordara que toda acción tiene una relación…