La Banda de Música del Estado interpretó algunas de sus obras emblemáticas, como los sones y jarabes de Betaza
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- El gobernador del Estado, Salomón Jara Cruz y su esposa, Irma Bolaños Quijano, encabezaron en el zócalo capitalino la ceremonia por el 1er Aniversario Luctuoso del Teniente Coronel José Ventura Gil, nativo de San Melchor Betaza, quien dejó un importante legado de obras que forman parte de la vasta riqueza musical de los pueblos de Oaxaca.
Los sones y jarabes de Betaza llenaron de alegría el zócalo capitalino con toda su belleza y cadencia, así como los bailes de la Delegación de Danza de San Melchor Betaza, que deleitaron a las personas que disfrutaron del concierto con las composiciones como “Petenera”, “Niña hermosa”, “La batuta taurina” y “Te amo”.
La Banda de Música del Estado, dirigida por el también betaceño Julio Alejandro Huantes Teodocio, interpretó algunas de las obras más conocidas de quien fuera director de la Banda de Música de la Sedena.
Ventura Gil también fue el recopilador y arreglista de los sones y jarabes de Betaza, pieza que se toca en las fiestas de la Guelaguetza y es conocida en prácticamente todos los municipios del estado.
En presencia de la señora Elena Reyes Lorita, viuda del músico, y de sus hijos, Cuauhtémoc, José, Guadalupe y María del Carmen, el mandatario pidió un minuto de aplausos en memoria del Teniente Coronel, quien contribuyó a que la Sierra Juárez y Oaxaca sean reconocidos como tierra de destacados músicos, compositores y artistas en todo el país y el mundo.
La región ha dado grandes músicos que han aportado sus valiosas obras al acervo cultural del estado, como Narciso Lico Carrillo, quien fue Premio Nacional y siempre lo recordamos igual que a otros grandes músicos, como Pepe Quijano, Mario Santiago y el padre de José Ventura, Gerardo Ventura.
En el 2018 Ventura Gil recibió la medalla al Mérito Cultural, Álvaro Carrillo que le otorgó el Congreso del Estado por su trayectoria como músico tradicional, entre cuya obra figuran “Mujer betaceña”, “Jazmín”, “Noche encantada” y “Bodas de oro”, entre muchas otras.
En su oportunidad, el secretario de Cultura, Víctor Cata destacó que los pueblos zapotecos tienen una palabra para autonombrarse, “za” que no solo significa “nube”, “camino”; pero sobre todo “música” “como la música que guardamos en nuestra lengua y que cuando hablamos pareciera que lo hiciéramos sobre un pentagrama, tal como lo hizo el maestro Ventura Gil”.
Destacó que se puede documentar desde cuándo los zapotecas aman la música y el canto en los documentos coloniales recabados por Fray Ángel Maldonado a principios del Siglo XVIII en la Sierra Juárez.
Dijo que 105 comunidades serranas, zapotecas, chinantecas y mixes, le entregaron documentos prehispánicos que contenían pensamientos prehispánicos y Betaza le entregó una colección de música y cantos que dan cuenta de la cosmogonía, de la religión, del sentido de la armonía y del ritmo, de la vida y de la muerte.
Los documentos provenían del maestro betaceño Pedro Vargas, especialista en rituales que guardó la música de los Belao y de esa tradición procede Ventura Gil, quien puso en el centro lo marginal, la música de los pueblos indígenas.
María del Carmen Ventura Reyes, dijo a su vez que la música es quizá la expresión artística con mayor significado en la vida de las y los oaxaqueños, y que su padre, José Ventura Gil, es un hombre imprescindible en la historia musical de Oaxaca, ya que desde joven se dedicó a la ejecución, la composición, el arreglo, la instrumentación y la enseñanza.
Al agradecer el homenaje a su padre, destacó que hablar de Ventura Gil es hablar de historia, de cultura, de tenacidad, de lucha constante por salir adelante, “su música refleja su historia de vida y la música fue su mayor pasión”.