El nuevo espacio abierto al público en la antigua fábrica de Triplay cuenta con canchas deportivas y pista de skate, Museo del Maíz y mucha cultura
SAN MARTÍN MEXICAPAN, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- A fin de contar con un espacio dedicado a la cultura, el deporte y la educación ambiental, en una de las zonas con mayor inseguridad de la capital oaxaqueña, abrió sus puertas el Parque Primavera donde podrán acudir familias de San Martín Mexicapan, San Juanito, Santa Anita, y la Central de Abasto entre otros asentamientos.
Cerca del Parque del Amor, donde el amor dejó de serlo hace muchos años cuando la otrora fábrica de Triplay quedó abandonada y se convirtió en refugio de malvivientes, y próximo al río Atoyac, que desde hace décadas solo conduce aguas negras y se ha convertido en vertedero de basura, el Parque Primavera Oaxaqueña surge como parte de una estrategia de reconstrucción del tejido social en la zona, aseguró el gobierno del estado.
La apertura del complejo cultural y deportivo que abarca casi 12 hectáreas sucedió sábado 9 de noviembre tras el corte del listón inaugural por parte del gobernador Salomón Jara Cruz y la presidenta honoraria del DIF estatal, Irma Bolaños Quijano, y con la llegada de la primera carrera atlética que se esperan multiplicar.
El gobierno estatal invirtió 430 millones de pesos. El proyecto se concretó a poco más de un año del decreto expropiatorio del predio que ocupó tres décadas la antigua fábrica, y se construyó en un tiempo récord de seis meses, durante los cuales se brindó empleo a más de 500 personas, informó la Secretaría de Infraestructuras y Comunicaciones.
La metamorfosis
Una de las grandes naves de la fábrica abandonada albergará el Museo del Maíz y la Milpa donde se espera contar con el mayor banco de maíces nativos de Oaxaca, el estado con mayor diversidad de este grano en todo el país. De esta forma se recordará a las y los visitantes que fue en el valle de Yagul y Mitla donde se domesticó el maíz y la calabaza hace más de 10 mil años.
Otra nave se ha convertido en arenero para uso único y exclusivo de infancias y adolescencias, el cual podrá utilizarse también como cancha de voleibol de playa. El arenero contará con un enorme mural realizado con la participación de niñas y niños de los 16 pueblos indígenas y el afromexicano de Oaxaca, bajo la dirección de los artistas Shinzaburo Takeda y Adán Paredes.
El arte también estará presente y a la vista de visitantes, automovilistas y transeúntes, con la obra de dos grandes artistas oaxaqueños. En la barda perimetral metálica se utilizó un diseño de peces, inédito, del extinto artista plástico Francisco Toledo, el cual fue donado por su familia.
Por otra parte, entre cactus, en un terreno situado al costado del Museo del Maíz, se instalaron más de 500 esculturas de la colección denominada 2 mil 501 Migrantes del también desaparecido creador oaxaqueño Alejandro Santiago, quien expresó en vida su deseo de ver la ex fábrica de Triplay convertida en un centro cultural como lo es hoy en día.
También se habilitará un foro y un cine al aire libre, así como un recinto ferial en otra de sus naves.
“El deporte es cuestión de vida”, decía acertadamente el cronista deportivo Eleazar Fierro. En tal sentido, en el Parque Primavera se ha ponderado el conjunto deportivo como algo prioritario, compuesto por una pista de atletismo, canchas de Fut 5, de Fut 7 y de Fut 11, además de pista para skate y aparatos para calistenia.
El Parque Primavera, ha dicho el gobernador Jara, está destinado a convertirse en un nuevo pulmón para la capital oaxaqueña; para ello se rescataron 207 especies de árboles como Araucaria, Cazahuate, Cedro blanco, Eucalipto, Jacaranda, Huaje, Mango y Aceituno, entre otros, muchas de las cuales requieren atención especial debido a su estado de deterioro.
Mediante el Tequio Bienestar, con la participación de servidores públicos, se plantaron más árboles como Palo de Agua, Ahuehuete, Sauce, Mamey, Copal, Maguey, Alpinea, Lazo de Amor y Hoja Santa, entre otros, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente.
Y, probablemente, en dos o tres años se encuentren floreando los árboles de primavera que fueron plantados en sitios estratégicos, comentó el arquitecto Joao Boto, quien junto con la arquitecta Alín Vásquez Wallach, han estado a cargo del diseño del lugar.
Por lo que respecta al saneamiento de río Atoyac, el Consejero Jurídico, Giovanni Vásquez Sagrero, asegura que se empezará a trabajar en eso en breve tiempo-
La historia detrás del Parque Primavera
Las personas de 30 y 40 años de edad no han de recordar que todos los días, a las siete de la mañana, se escuchaba el característico silbido de la fábrica de Triplay, agudo, prolongado, inconfundible, como el de una máquina del ferrocarril, anuncio de la hora de entrada del primer turno de trabajadores.
Más tarde, llegaban mujeres a entregar el almuerzo a sus esposos, padres o hijos que laboraban en “Triplay”, recuerda el Consejero Jurídico del gobierno estatal, que vivía en San Juanito.
A las tres de la tarde se escuchaba nuevamente el silbato para indicar la hora de entrada de personal del segundo turno, y el último silbido llegaba claramente hasta zonas retiradas a las 11 de la noche, cuando el ruido de la ciudad había menguado; era el anuncio de la salida del segundo turno y cierre de actividades.
Existen referencias de que la Fábrica de Triplay de Oaxaca, S. A. de C. V. inició actividades al final de la década de los 50, con insumos que recibía de un aserradero que explotaba la Compañía Forestal de Oaxaca en los predios boscosos de San Pedro el Alto, Zimatlán.
La Compañía Forestal de Oaxaca, filial de Triplay de Oaxaca y Novopan de México, garantizaba el abastecimiento de la materia prima para la elaboración de tableros de triplay y madera aglomerada de la fábrica, gracias a un decreto de 1958 que llegaba a su término el 9 de noviembre de 1983.
En 1982, al final del sexenio del presidente José López Portillo, el gobierno mexicano entregó una nueva concesión a Alfonso Pandal Graff, propietario de la Compañía Forestal de Oaxaca, y sus filiales, habitantes de la región se inconformaron y emprendieron una batalla judicial que duró más de un año, pero en 1984 lograron la cancelación de la concesión y recuperaron sus bosques.
Así comenzó el declive de la fábrica de Triplay por la falta de insumos. Años después, a principios de los años noventa, la empresa se declaró en quiebra y cerró sin finiquitar a los trabajadores.
Tras el cierre definitivo de la fábrica de Triplay, todo el predio quedó en el abandono, las naves empezaron a deteriorarse y las que se mantuvieron en pie se convirtieron en refugio de malvivientes.
Sin embargo, la atmósfera que le confirió a la ex fábrica el paso del tiempo y el grafiti, huella de la estancia de pandillas urbanas, llamó la atención de artistas como el trombonista Faustino Díaz que se realizó ahí un portafolio fotográfico, y el director de teatro Agustín Meza que realizó un montaje teatral en 2017.
Solo artistas como ellos, y como Alejandro Santiago, pudieron advertir que entre las ruinas de la ex fábrica de triplay, el tiempo iba gestando un nuevo uso, donde volverían a coincidir personas que laboraron en la factoría, o su descendencia, con fines deportivos, educativos o de recreación, donde hacen tanta falta.