Que como un sueño moja los pies
La mano del pintor rara vez nos permite observar su propio comportamiento PAUL AUSTER | Negro sobre blanco Uno Entre ver y sentir hay un abismo. Torpor, colibrí, corazón. Un…
Compartir
Letras
1145 Publicaciones
Los tequuanes, tres imágenes zapotecas
Para Ana Franco Ortuño Los augurios Guui’nguiie naxhiñaa hrini (labios rojos) Los campesinos hicieron nuestra palabra, las costumbres. En barrio Santa María Tehuantepec, los bini reu celebramos el 14 de…
Compartir
La pasión de Silvia María, cantora oaxaqueña
FERNANDO AMAYA* Uno no se puede imaginar a Silvia María sin el desasosiego que siempre la ha caracterizado. Quienes la apreciamos no le queremos de otra forma, porque sería pedir…
Compartir
No smoking
Este libro nació de un texto de Borges. De la risa que sacude, al leerlo, todo lo familiar al pensamiento MICHEL FOUCAULT | Las palabras y las cosas Hay tardes…
Compartir
Eusebio Ruvalcaba: Literatura y nación palabra
¡Puede conocerse una época? La pregunta es un eco de otra, que se interroga por los hombres, ¿puede conocerse a un hombre? HORACIO GONZÁLEZ | La palabra encarnada I ¿Recuerdas…
Compartir
El pago del impuesto predial
El oficio aquí contemplado es entendido como una forma de producción cultural. LUIS GONZÁLEZ | El oficio de historiar Para Carmen Rito En la tercera calle de Cinco de Mayo…
Compartir
Porque no existe el lobo solitario
Esta tierra vido primero un marinero que se dezía Rodrigo de Triana. DIARIOS DE COLÓN, 12 de octubre __ ¡Qué lo re gran parió, tú! Le decían Perro Negro, un…
Compartir
Con la imagen de su infancia
Es pálido y flaco. CORMAN McCARTHY | Meridiano de sangre Afuera cae la lluvia. Un sentimiento profundo de sentirse protegido fue lo que recordó de su infancia; cierta certeza entre…
Compartir
La boda de Chancla del Ocho
FERNANDO AMAYA* A todos nos sorprendió Chancla del Ocho cuando llegó a decirnos que se iba a casar con L1l4 D y que su padrino sería F14V10 S. Nos puso…
Compartir
Letras amargas para mi perro Brandon
Para Carmen Elisa Rito UNO El que se queda a cuidar la casa. DOS Para el escritor será muy fácil hacer llorar al lector, tocar sus sentimientos. Pero este no…
Compartir