Este sábado 5 habrá inauguración. Murciélago y Colibrí, antiguos dioses zapotecas, volverán a volar el cielo de nuestra ciudad como lo hicieron hace quince años, pero ahora para acompañar la apertura de as Mezcalería CUISH Porfirio (Porfirio Díaz 1203, Centro).
La ciudad está rodeada de magia, misterio; registra hechos sorprendentes guiados por los antiguos dioses zapotecas.
En la antigua dirección, Díaz Ordaz 712, la zona brava de Barrio de la China, en la terraza que fue espacio de encuentro y camaradería, fiestas y agenda cultural, descansan los muebles del ahora estudio del pintor Félix Monterroza, CEO de Mezcales CUISH.
Si seguimos los indicios que nos aporta el nombre de la calle Díaz Ordaz, encontraremos el signo de la rebeldía que caracteriza a nuestra ciudad: José María Díaz Ordaz, militar, fue el héroe local de la Independencia de México, recordado por triunfar en la batalla del Santo Domingo del Valle, declarado Benemérito de Oaxaca el 31 de octubre de 1860.
Y el nombre de la calle nos lleva a la zona brava de la ciudad, las dos colindancias de la primera casa CUISH: la calle de Zaragoza y el Periférico -dos cuadras abajo, sobre Zaragoza, abren sus puertas cantinas y hoteles de paso, la zona del Pueblito.
La Mezcalería CUISH cuenta en el archivo municipal de Oaxaca de Juárez con la licencia número 01, otorgada a un establecimiento comercial bajo el rubro de Mezcalería.
Los documentos nos llevan al proceso histórico, a cierta historiografía nuestra. En 1986 los señores Félix Hernández Escobar y Emiliana Monterroza, casados, originarios de Santiago Matatlán, decidieron abrir en la calle de Díaz Ordaz un expendio de mezcales que denominaron “La Fuente” -cerraría sus puertas en 1994.
Si continuamos con el indicio de los años descubriremos que la década de los 80 del siglo pasado fue crucial para la ciudad capital, este resulta el periodo del auge turístico donde destaca la labor de artesanos y pintores.
La ciudad capital contaba con una población de 258 mil 913 habitantes, fungía como el centro comercial y político de una entidad donde se agrupaban 570 municipios y cerca de 10 mil localidades -casi el 25% de la división política de nuestro país.
Félix Monterroza nacería el 11 de agosto de 1987.
Félix de Jesús -Chuy-, se decidió por la pintura desde temprana edad, pero estudió Ciencias Políticas. Inquieto, rebelde, a sus 22 años fundaría Mezcalería CUISH, espacio que concentraba a una generación que creció con la imagen por las calles de la ciudad del pintor y defensor del patrimonio cultural, Francisco Toledo.
Si seguimos el contexto que aportan las fechas, se descubren aspectos sorprendentes de la historia de Oaxaca.
Toledo fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) en noviembre de 1980 (Macedonio Alcalá 507, casi frente a la iglesia de Santo Domingo), el espacio que alberga una de las colecciones de artes gráficas más importantes de Latinoamérica; el IAGO, se constituyó al poco tiempo de fundado como espacio de estudios para niños, adolescentes y jóvenes. En aquella casona de Alcalá nació la vocación de pintores, arquitectos, promotores culturales y defensores de las comunidades indígenas, los derechos humanos y la biodiversidad, sierras, valles y mares.
El patio de la infancia de Félix Monterroza fue el Centro de la ciudad, los super héroes de su niñez: Toledo, Morales y un joven pintor que ya destacaba en los 90 por la fuerza y la creatividad innovadora de sus imágenes: Guillermo Olguín.
La Mezcalería CUISH forma ya parte de la agenda cultural -la historia- del Oaxaca actual, donde los emprendedores conviven en armonía con los vecinos.
En lo que fuera la terraza de la mezcalería CUISH, en la calle de Díaz Ordaz, ahora reina el silencio, la calma cae sobre muros; una pequeña galería personal de Félix sorprende al visitante. en la mesa se extienden cuadros y pinceles, acuarelas.
Suena la música de cumbia mientras Félix trabaja sobre unas piezas que llevará a Alemania, el viaje programado para finales del presente mes.
La luz de Monte Albán llega a la terraza, Oaxaca conserva la magia que se esparce con su luz.
Se respira sosiego, temperamento; no fue fácil levantar la expresión del arte en la zona ruda de la ciudad; no fue fácil decidir por el mezcal artesanal en tiempos de la industrialización y el mercado.
El sitio de la antigua mezcalería fue protegido por los dioses antiguos, Murciélago y Colibrí, que este sábado 5 volverán a surcar los aires para compartir en la inauguración del nuevo local (Porfirio Díaz 1203, Centro) el generoso producto de sus encendidos picos y alas: el mezcal artesanal de Oaxaca.
La cita está puesta desde las 15: 00, cuando rompa el silencio la cumbia y el son cubano.