ZAGREO Y*
Quizá la debilidad más grande de un artista es no darse cuenta cuándo pasó de moda. Hay quienes opinan que el acto más grande de un creador consagrado es guardar silencio en el momento adecuado.
El presidente de la República derrumbó la falsa creencia de que las asociaciones civiles eran intocables y que por el mero hecho de estar “fuera” del gobierno eran honestas y/o transparentes. Con estas declaraciones el aparato gubernamental cerró el grifo del dinero a quienes vivían al amparo de una política de simulación.
Poco más de un año después y en un intento por desviar la atención, Rube Leyva, representante legal de la Asociación Civil Amigos del MACO, salió a decir mediante su vocero que a los únicos que se les deben de pedir cuentas son a los funcionarios del gobierno y no a la sociedad civil.
Con semejantes palabras se me ocurre pensar que el afamado pintor oaxaqueño no se enteró que el sexenio pasado terminó, que la esposa del gobernador ya no lo visita ni lo considera uno de los más grandes creadores de Oaxaca. La época en que Murat Hinojosa lo visitaba en las instalaciones del MACO para hablar de nuevos proyectos ha terminado.
Las desubicadas palabras del pintor salieron a relucir porque el gobierno oaxaqueño decidió terminar el comodato indefinido que los Amigos del MACO poseían del edificio ubicado en el Andador Turístico. Además de darles bajín con el edificio, el gobierno exhibió a Leyva por pedir cinco millones de pesos para la reapertura del museo. La petición del dinero fue tomada como una demostración del cinismo del pintor, pues su asociación enfrenta denuncias por falta de pago a sus extrabajadores a pesar de haber recibido recursos públicos y que fiel a la costumbre que lo ayudó el sexenio pasado, salió a decir que nunca había pedido los cinco millones y que la culpa era de otro y que él no da y quita y que regaló una camioneta y que su amigo es Francisco Toledo y que él y Toledo construyeron la vida cultural de Oaxaca de la cual sacan provecho todos los malagradecidos oaxaqueños, sobre todo el turismo y el gobierno.
Sin ninguna otra virtud que con la ley en la mano, el consejero jurídico del gobierno de Oaxaca exhibió el oficio firmado por Leyva con fecha del 13 de enero de 2023, donde los amiguitos del MACO pedían cinco melones de pesos para realizar la “Re-apertura MACO 2023 marzo-diciembre / 30 aniversario+1”. Afortunadamente los cinco millones no llegaron a las arcas de los amiguirris y por si fuera poco, con orden judicial en mano el consejero jurídico cateó las bodegas del MACO y exhibió la terrible condición en que se encontraban las decenas de obras de arte que según Leyva le pertenecen a su organización civil, menos unas cuantas que son del Estado.
Con la Consejería Jurídica haciendo su trabajo y con Leyva victimizandose los oaxaqueños entramos a la segunda parte del año sin MACO y con enormes interrogantes: ¿el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca le pertenece al Estado o a una asociación civil? Según Rubén Leyva el nombre es propiedad de su AC, mientras que lo único que es del Estado es el edificio y algunas piezas de la colección. ¿Si el MACO ha sido financiado por el erario público, cómo pueden las piezas pertenecer a una asociación civil? Y la pregunta más importante de todas: ¿cuándo volverá a abrir sus puertas el MACO?
En septiembre de 2019, pocos días después de la muerte de Francisco Toledo, Leyva se refirió al pintor juchiteco en una entrevista para Aristegui Noticias de la siguiente manera: “Fue un gran ser humano y un amigo; tenía la fórmula perfecta: excelente creador y notable persona. Antepuso sus ideas en todo lo que hizo. Fue un excelente ceramista, pintor y grabador. Su propuesta imaginaria es sensacional”. Menos de cinco años después y acabado el sexenio de sus amigos, la verdadera fórmula de Leyva sale a la luz: excelente creador y pésima persona.
*Zagreo Yaco: escritor de tiempo completo. Sobrevivo porque Adri me mantiene. Gracias a un Dios que nunca muere nací en Oaxaca. Críticas, patrocinios o ganas de censura, llamar a la editora.