LIANA PACHECO*
Las siguientes líneas son una mera y simple opinión sin intención de ahondar en un análisis experto del arte musical. Después de este aviso entramos en materia. “Chica qué dice…”
El cuatro de abril del 2022 subí un post a mi Instagram:
“Creo que Rosalía hizo en su nuevo disco algo complicado para los artistas: Reinventarse. Motomami está alejado del trabajo anterior, aunque el track “Bulerías” es un buen guiño a los ritmos del Mal querer. Recomendable el track “Abcdfg… Conclusión: un disco plagado de ruidos y armonías que se quedan resonando largo rato en la cabeza”.
Aquel día me sorprendí por tener esta imperiosa necesidad de externar lo que una cantante me había provocado luego de escuchar sus canciones. Ya a más de un año del lanzamiento del disco y el Motomami Word Tour he pensado que en ese post se encuentra la palabra clave para un artista: Reinventarse.
“Los Ángeles”, primer disco de Rosalía, es una desembocadura de sus raíces. Honor al flamenco, música de la tierra que la vio nacer y crecer. Lamentos de guitarras, versos roncos, desgarradores y una voz que parece desnudarse frente al micrófono. Quizá el trabajo, en aquel tiempo, quedó archivado como uno más del género, pero la fuerza vocal es innegable. Quien diría lo que esa joven llegaría a alcanzar tan solo un año después. Como la calma en el cielo que antecede a la tormenta.
En 2018 llega “El mal querer”. El flamenco persiste, las palmas predominan, la voz brilla. Sin embargo, Rosalía arriesga la conjugación de sonidos tradicionales con ruido que mucho o poca relación tiene con la armonía musical: motocicletas, risas, joyas, una espada cercenando un cuerpo. Quiero destacar que la obra literaria El Román de Flamenca es la inspiración para este disco, una belleza visual, artística y lírica. “¡Toma que toma!”
Pero la voz íntima e individual de la artista hace explosión con Motomami. Deja de lado la música tradicional y hace uso de la modernidad. Ritmos de trap, bachata, incluso boleros, un guiño al flamenco, un voice note de su abuela, un abecedario a percepción de la cantante. Como escritora estoy en contra de encasillar en un género las obras, así es el trabajo de Rosalía, poco encaja en un ritmo. La conjugación de los temas oscila en la variación de los estados de ánimo.
Para cerrar este texto me pregunto si es reinvención lo que destaca el trabajo de Rosalía, o es que su último disco representa su verdadera esencia humana y artística. Cual sea el caso, la Motomami provocó la ironía de que en zócalo de CDMX, lugar con relevancia histórica para México, se le gritara a una española: “Rosi, hermana ya eres mexicana”.
*Liana Pacheco, autora del libro de relatos Dualidad de Caos, es integrante del Colectivo Cuenteros y esta es una colaboración especial desde su BLOG literario #TodosLosFuegos