ERNESTO REYES
Es de no creerse. Como si fuera una broma macabra, el gobernador Salomón Jara ha estado culpabilizando, nada menos que al Che Murat de casi todo lo que sucede en Oaxaca durante los tres meses que lleva de administración.
Y no es que creamos inocente al padre del exgobernador Alejandro Murat, o que su pasado no lo condene, al menos por los latrocinios cometidos durante su gestión (1998- 2004), más lo que se embolsó manejando a su antojo los atracos que su vástago y pandilla mexiquense vino a cometer entre 2016 y 2022, caracterizados por la operación “Cártel del despojo”. Del manejo irregular y presumiblemente ilícito de millones de recursos en obras mal ejecutadas o dinero desviado, hechos que tímidamente está tratando de probarle al cachorro, es otra historia. Ahora hablemos de los “judas” y de esta versión periodística:
Con un encabezado de antología, y sin mencionar el nombre del destinatario, varios medios repitieron esta joya: “Desde Polanco buscan crear caos e incertidumbre en Oaxaca: Salomón Jara”. En el sumario se da una explicación fantasiosa como increíble: “Conflictos sociales e incendios forestales son provocados para ahuyentar al turismo, afirma (el gobernador)”.
Y luego indica: “Desde Polanco, en la ciudad de México, se busca crear caos e incertidumbre en Oaxaca para ahuyentar al turismo en plena época vacacional, afirmó el gobernador Salomón Jara sin citar por su nombre al exgobernador José Murat que despacha en esa zona residencial como presidente de la Fundación Colosio del PRI.
“¿Saben dónde está Polanco, no?’, preguntó a los comunicadores en su conferencia de prensa matutina en Palacio de Gobierno y aseguró que los tres incendios forestales en la región Mixteca entre San Juan Mixtepec con Yosoñama, y que han consumido más de mil hectáreas no es por la naturaleza, sino son provocados”. Y ya con Murat en su imaginario político, dictaminó:
“Ocurre lo mismo con los normalistas, ya se había llegado a un acuerdo, pero ahí seguían, lo mismo con las hermanas triquis, seguían protestando a pesar de que ya se había platicado con ellas y seguían protestando, los incendios forestales ya se habían apagado, y vuelven a prender, no hay otra explicación, dijo.
“El gobernador Salomón Jara explicó que desde Polanco hay una mano que mueve todo esto, colocan bombas para incendiar Oaxaca en plena época vacacional, pero el pueblo de Oaxaca sabe que estamos en paz y trabajando, indicó (sic)”. Por cierto, el uso impune de dos verbos en este párrafo a nadie conmueve.
No debe olvidarse que a Murat Casab lo ha mencionado Salomón como la mente perversa que se dedica a hacerle diabluras a su administración, soltando versiones que sin pretenderlo le sube el ego al priista que en 1998 le cometió fraude a Héctor Sánchez “auxiliado” por sus amigos que se anidaban en el PRD oaxaqueño, mismos que aborrecían la candidatura del juchiteco al gobierno del estado y no tuvieron empacho en regalarle información confidencial de la campaña opositora al polémico senador. Algunos de aquellos compinches del “muriático”, hoy despachan en palacio de gobierno transformados en flamantes morenistas.
Los desbarres gubernativos han llegado a niveles inconmensurables como proteger a Donato Vargas, cuyo caso ya fue ventilado en la televisión nacional. Se olvida a sus amanuenses, que la opinión pública ha cambiado y no se deja engañar. Además, que los medios están atentos a los yerros en la conducción de cualquier gobierno para demostrar que los morenistas son iguales que sus antecesores.
Nada más falta que el “harbano” sea responsable de los crímenes en la nación triqui. Recurrir al análisis político serio y no salir con baladronadas es una demanda del pueblo de Oaxaca que está muy politizado y no perdona la improvisación, ni que le vean la cara de tonto. No se puede tapar el sol con un dedo, menos en cuaresma, donde el primer Judas de este sábado de gloria ya sabe el feminismo quién es. Y en palacio se piensa en el otro Judas, el que despacha en Polanco.
Es sabido entre la grey católica que, el arrepentimiento de quien comete una falta es tan pasajera, que a los a pocos días empieza de nuevo a caer en las mismas culpas. Actualizado a nivel político, quienes incurren en delitos punibles deben recibir castigo y la autoridad proteger a la víctima. Si no, los repiten. Debe ser el destino del tal Donato. Claro que esto de andar “quemando” a los “traidores” acarrea también riesgos, porque los “Judas” pueden reventar y quemarles las manos a sus cómplices.
@ernestoreyes14