OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- A un año del asesinato de la fotorreportera María del Sol Cruz Jarquín, su madre, la periodista y feminista Soledad Jarquín, solicitó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, atraer el caso ante la dilación en las investigaciones y encubrimiento de responsables. Aquí el texto completo del pronunciamiento que hizo el sábado 01 de junio en las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Antes que nada, agradezco a mi familia, a mis amigas de la vida, a mis compañeras y compañeros periodistas, a las feministas y a todas las personas que han acompañado estos largos y muy tristes días y que nos dan fortaleza frente a la adversidad.
Hoy frente a este edificio donde la impunidad reina, vengo abrazada por corazones humanos para recordar que han pasado 365 días de espera por la justicia para mi hija pequeña, Justicia para María del Sol.
Desde la mañana del 2 de junio de 2018 el sentido de la vida cambió dramáticamente para mis hijas Paulina, María Fernanda y para mí, a la puerta de mi casa tocó la desgracia, esa tan invisible y común para la gran mayoría de las personas. El infortunio que nos lleva a mirar cómo es por dentro el monstruo social que asesina y a la bestia institucional que calla, que ignora, que nos tortura y nos vuelve a asesinar por cada día que pasa sin respuesta, sin justicia.
Lo sucedido a María del Sol, aquella madrugada, es resultado del país que somos, aunque no todos ni todas queremos que así sea. Su presencia en Juchitán de Zaragoza fue producto de un ambicioso proyecto político y económico de los hermanos Francisco Javier y Hageo Montero López. El primero ex titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas del gobierno que encabeza Alejandro Murat Hinojosa, y el segundo hoy regidor plurinominal de esa localidad istmeña y entonces aspirante a presidente municipal por el PRI.
Francisco Javier Montero López la envío –so pena de perder su empleo- a cubrir la campaña política de su hermano, para ahorrarse unos pesos y no contratar a quien pudiera hacer el trabajo que ella hizo desde un mes antes de iniciado el proceso electoral, a sabiendas que cometía un delito electoral que hasta hoy no ha sido castigado a pesar de lo que ha dicho el Tribunal Electoral de Oaxaca y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Entre los cajones de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales que encabeza Araceli Pinelo López, yace guardada, desde agosto pasado, una carpeta de investigación lista para vincular a proceso judicial y que no se ha hecho. Eso se llama tráfico de influencias, eso se llama complicidad de Estado.
Aquella madrugada, cuando las balas asesinas terminaron con la existencia de mi hija, con sus sueños, con sus ideas, con su alegría y con su infinito amor a la vida, le cortaron las alas con las que ella emprendía un vuelo de libertad porque creía en las personas, estoy segura que esas balas no eran para ella, pero ahí estaba, junto a Pamela Terán Pineda y Adelfo Guerra Jiménez, quienes como ella no tuvieron oportunidad frente a la violencia, y a pesar de todo, 365 días después no hay responsables para pagar por ese delito infame y cobarde. Se cumple un año de impunidad. Y lo repito, no estaba en un lugar equivocado, estaba un país que ha equivocado sus acciones para las y los jóvenes, un país que le cierra las puertas y las oportunidades, como también les niega la justicia.
Y no lo hay, porque aquí, en este edificio se asesina a la justicia, se protege a los responsables, se enmascara la verdad y se da paso al mayor de los delitos que puede cometer un gobierno, en esa mezcla de impunidad, de omisiones, de letargos, de falta de capacidad, de total ausencia de voluntad, de silencios cómplices, de corrupción maloliente, de investigaciones ejecutadas sobre las rodillas, de negligencias, de indignidad, de falta de humanidad, deshonestidad galopante e ilegalidad. l3 conceptos que definen el dolor de las 13 balas que atravesaron su cuerpo y que pudren el sistema social en el que vivimos.
Aquí en este edificio no hay justicia para María del Sol, hemos esperado 365 días, no hay respuestas. En cambio, vemos un doloroso andamiaje de complicidades, porque descubrir la verdad los puede llevar a morderse la cola. El silencio fue una opción para el PRI que ignoró la petición de cancelar la candidatura de Hageo Montero López, a pesar de la evidente falta cometida es hoy regidor de Energías Renovables, el poder que eso significa en lo político, pero sobre todo en lo económico, y que a todas luces resulta indigno para el pueblo juchiteco tener un concejal delincuente electoral.
Alejandro Murat optó por alejar a su funcionario, pero tardó siete meses en nombrar a una nueva titular en la dependencia que dejó, el 3 de junio Francisco Montero López, lo que dio facilidades para mantener el poder y se tradujo en amenazas e intimidaciones a las y los trabajadores para que no declararan. Incluso, el ex funcionario que se robó el equipo propiedad de María del Sol cobró durante siete meses más en esa dependencia y la Fiscalía General del Estado de Oaxaca ni siquiera lo llamó a declarar. Se trató de un robo estratégico pues con ello se llevaron una importante cantidad de pruebas del trabajo que estaba realizando obligada por el entonces titular de la SAI para favorecer la campaña de su hermano.
Rubén Vasconcelos Méndez, titular de la Fiscalía, mostró molestia por cada exigencia de justicia que hicieron periodistas y feministas en Oaxaca, de México y de otras partes del mundo, así como las diputaciones local y federal. A él, me dijo, no le asustan las campañas mediáticas. Cómo no le asusta permanecer en un cargo donde omite su responsabilidad social, ni los preceptos ni las normas constitucionales. Un ejemplo, es el hecho de no haber iniciado la investigación del violento asesinato como feminicidio, como tendría que haber sido de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hoy, a 12 meses del artero crimen, Araceli Pinelo López sigue despachando en una oficina que no da resultado alguno. Me exige pruebas que no existen cuando tiene en su poder fotografías, videos, documentos y otros datos que, como ya lo han establecido los tribunales electorales, evidencian una grave falta a la democracia mexicana.
Así, la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental tardó meses en integrar una carpeta de investigación por corrupción cometida por los Montero López y otros funcionarios de la otrora Secretaría de Asuntos Indígenas, recientemente el Tribunal de Justicia Administrativa devolvió esa investigación por mala integración. Eso también es parte del entramado de dilaciones que apuestan al cansancio. Pero les digo desde aquí, a todos, que no me voy a cansar, que no nos vamos a cansar.
Le recuerdo a Alejandro Murat Hinojosa que perdió la oportunidad de cambiar el destino de Oaxaca en estos 365 días. La simulación ya no alcanza ni le debe alcanzar a un gobernante que promete, pero no cumple en acabar con ese uso de los recursos públicos, humanos y financieros, para favorecer campañas políticas, ese uso y costumbre que hoy enluta el corazón de mi familia ante esta injusticia.
Por todo ello, desde aquí, desde este lugar maloliente y podrido, le pido al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, que atraiga el caso. Hay suficientes elementos. Se trata de un crimen político contra Pamela Terán, se trata de un crimen contra una joven profesionista que lo único que hizo fue cumplir con su responsabilidad, y se trata de un crimen contra un maestro y padre de familia. Un crimen cometido con armas de alto poder. Un crimen de odio, un crimen por el poder económico y político.
Por todo ello, desde aquí, desde este edificio, el cementerio de la justicia oaxaqueña, le pido al presidente Andrés Manuel López Obrador que aquí está una familia rota, una de tantas que hay en este país, para exigir justicia para María del Sol. Qué es clara y evidente la complicidad de Estado, esa corrupción que dice no va a tolerar, esa que afirma cada día se ha terminado en este país.
La justicia es un derecho y exijo se cumpla para mi hija.
Justicia para Sol