Fotografía: PROCESO
1.- El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, sube al púlpito de la televisión para explicar, a destiempo, los porqués de su medida de amarrar el calzón a los todos los mexicanos y mexicanas.
2.- Rebosante y chapeado, motivo de sus largas vacaciones, pregunta a un público ávido de tener respuestas: ¿Qué hubieran hecho ustedes? La gente se voltea a ver la cara del prójimo y al unísono exclaman: ¿Me puede repetir la pregunta?
3.- Los robos están a la orden del día. Hay caos, no hay seguridad. La masa ofuscada ataca tiendas departamentales, librerías, agencias automotrices, boutiques, veterinarias, tlapalerías, puestos de tacos, tienditas de la esquina. En fin, dime qué te falta y te diré qué robas.
4.- Ilusión óptica o política ficción. Nada de esto es verdad y nada es mentira, todo es según el desmadre que se mira.
5.- El efecto de la comunicación digital ha desatado la primavera árabe en pleno invierno mexicano. Revolución como tal no existe. Lo que existe es una inconformidad creciente que amenaza con salirse de las pantallas de cristal líquido.
6.- Moción de orden: Si regresó Luis Videgaray al gabinete de EPN a estabilizar los mercados, propongo que Alicia Machado ocupe una posición importante en el gabinete de Donald Trump. Voy a promover mi petición en Change.
7.- Los partidos políticos están desconcertados y también hacen locuras: convocan a marchas, llaman a protestar, salen a las calles, pero no les preocupa el gasolinazo, les preocupa la próxima elección.
8.- Volvamos a las viejas preguntas: ¿Qué hubieran hecho ustedes? Aventuremos respuestas. AMLO: Vendería el avión presidencial; la CNTE: Cancelaría la evaluación por gastos innecesarios; Trump: Propondría un rescate financiero; Agustín Carstens: Se comería una torta de puro estrés.
9.- “Explicación no pedida, culpabilidad manifiesta”. EPN y sus genios de la macroeconomía no saben qué hacer, la cagaron. Y ahora quieren impedir que el país se convierta en otra Venezuela.
10.- Si alguien me preguntara: ¿Tú qué harías? Yo podría cantar: “Que vaya el patrón al cuerno, como estuviéramos de hambre, si te has seguido creyendo, de lo que te decía el cura, de las penas del infierno. ¡Viva la revolución! ¡Muera el supremo gobierno!”.
Posdata.- Hermanos y hermanas, esta homilía ha terminado. Nos vemos hasta nuevo aviso parroquial. ¡Gracias!