Donald Trump será el nuevo presidente de los Estados Unidos. Tomará posesión en enero del año entrante. Lo eligieron personas de carne y hueso, como todos nosotros (sí, como todos nosotros). No sé si ganó un discurso de odio, pero si ganó un discurso pragmático que ofreció respuestas a un gran sector insatisfecho con “la política”.
Perdió la clase política norteamericana, ganó el conservadurismo. Lo verdaderamente radical en Estados Unidos no es que gobierne un afrodescendiente o una mujer, lo realmente radical es que gobierne un xenófobo, es decir, alguien contrario a las “libertades democráticas” en ese país. Trump no solo ganó a Clinton, ganó a los poderes fácticos: mediático, militar, económico. Una locura. Un pendejo ganó la partida a los poderes fácticos de la principal potencia mundial.
¿Qué viene? Lo que viene es el fin del poder, como tradicionalmente lo conocemos. Trump y sus seguidores son un ejemplo. Moisés Naím, en su obra Repensar el Mundo, hace una reflexión interesante sobre lo que llama “el fin del poder”. Naím señala que “lo que está erosionando el poder tradicional son las transformaciones de aspectos básicos de la vida”.
Moisés Naím también hace una reflexión sobre las tres revoluciones que vienen y que ya están impactando en el mundo. Revolución del Más: “Este siglo tiene más de todo: más gente, más urbana, más joven, más sana, más educada, más productos en el mercado, más armas, más violencia más crimen. Una clase media impaciente, mejor informada y con más aspiraciones, está haciendo más difícil el ejercicio del poder”.
Revolución de la Movilidad: “Las diásporas étnicas, religiosas y profesionales están cambiando el reparto del poder entre las poblaciones y dentro de ellas. Personas, tecnología, productos, dinero, ideas y organizaciones tienen más movilidad, y por ello más difíciles de controlar”.
Revolución de la Mentalidad: “Una población que consume y se mueve sin cesar, que tiene acceso a más recursos y más información, ha experimentado una transformación cognitiva y emocional. Existe un cierto consenso en el mundo sobre la importancia de las libertades, la igualdad de género, así como más intolerancia hacia el autoritarismo.”
Con la elección de Donald Trump no todo está perdido. Sin embargo se requiere entender un mundo cambiante y en completa evolución. Como dice Moisés Naím, se requiere entender las nuevas claves de la política y las “mutaciones del poder”.