Fotografía: PROCESO
Tanto la continuidad como el cambio son inherentes a la concepción de las políticas públicas. Lo que da estabilidad a una política pública es el hecho de que algunos de sus valores, supuestos, métodos, metas y programas se consideran básicos de modo que sólo podrían abandonarse bajo una gran presión y a riesgo de severas crisis internas.
Lo que proporciona adaptabilidad a una política pública es que las circunstancias mencionadas puedan ser abandonadas, modificadas o sustituidas, por lo que se requiere una distinción analítica entre la parte relativamente estable y la parte rígida de una política pública así como de sus componentes más cambiantes y flexibles.
La parte estable es el núcleo, la parte flexible es su periferia. Una transformación radical o un abandono del núcleo significa un gran cambio en la política: revolución antes que evolución, por así decirlo. Así lo explica Giandomenico Majone en su libro Evidencia, argumentación y persuasión en la formulación de políticas.
Aterrizando la teoría en la realidad, esto es lo que está pasando con las Leyes generales que emanaron de la Reforma Constitucional Educativa.
El gobierno federal, al pasar la estafeta al Secretario de Gobernación, pone en riesgo el núcleo de la política pública. El Secretario de Educación Aurelio Nuño, en lugar de aportar, se sumó a una batalla anacrónica con la CNTE que lo llevó a perder el apoyo político del presidente, no tuvo el tacto para distinguir la parte rígida y la flexible de la política pública que le tocó secundar, opto por los discursos reactivos y la fuerza pública.
El gobierno del estado se convirtió en el rival más débil al implementar la política pública y el más débil, también, para la CNTE. Un abogado no era el idóneo analizar los beneficios que podría tener una ley educativa estatal, tropicalizada. El nuevo IEEPO, se empantanó, perdió fuerza y credibilidad.
En Oaxaca, los cinturones protectores de la política pública se relajaron, no existieron ejercicios que impulsaran programas administrativos y arreglos institucionales en el corto plazo. En concreto, no apostaron por la mejora en la gestión pública. No aglutinaron a los mejores, a profesionales que conocieran sobre el ciclo de las políticas públicas, que pudieran entender qué se necesitaba para que la implementación se llevara de la mejor manera, pero no, la fuerza pública fue la única opción para el abogado, claro, venía de la Procuraduría de Justicia, donde todos sabemos cómo se desenvuelve la policía ministerial.
Este fue el más grande error del gobernador Cué, poner a un litigante contra la CNTE, optó litigar para cimentar una reforma educativa que tenía el rechazo total del gremio, craso error, la política pública tenía que implementarse poniendo al frente a quién entendiera de políticas públicas, en su lugar, pidió ayuda para cercar al IEEEPO con la PFP.
El congreso oaxaqueño, también puso su parte. deliberadamente empujó a Oaxaca a esta crisis, “patearon el bote”, tratando que el ejecutivo estatal cargara con el costo electoral. Así fue, sólo que hoy, Alejandro Murat pagará los costos de la ineficiencia y apatía de esta legislatura, la peor sin duda. Él enfrentará ahora la descomposición de la reforma.
El núcleo duro de las leyes generales de la reforma educativa, ha sido tocado. La confrontación en Nochixtlán lo sacudió. Así como van las negociaciones, más de 2 semanas sin acuerdos, el PRD, el PT, el PAN y MORENA en el Congreso Federal, podrán solicitar que sean modificadas, me refiero a las leyes generales de educación y del servicio profesional docente.
Por eso afirmo que las leyes generales de la Reforma educativa, entraron en proceso de declinación. Sus cinturones de protección en Oaxaca y en otros estados no fueron cuidados.
Es cuanto.