JUCHITÁN DE ZARAGOZA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- La poesía es un bálsamo, dicen. La poesía puede sanar y salvar un poco al que la escribe y al que la lee, dijo alguna vez el poeta español Antonio Colinas, quien aseveró en una entrevista que «no es posible un mundo sin poesía: ese día el ser humano sería otra cosa que humano».
A raíz del fuerte terremoto que afectó al Istmo de Tehuantepec, y en forma severa al municipio de Juchitán, la comunidad artística, y en particular las y los poetas de la región, asumieron un abierto activismo en las labores de apoyo a las personas damnificadas.
Este fin de año, las y los poetas de la región llevan a cabo varios recitales en éste y otros municipios como si se tratara de un conjuro por mejores tiempos, y como bálsamo para restañar las heridas causadas por los sismos, la delincuencia, y los gobiernos incapaces.
Hoy como nunca, en Juchitán, tiene vigencia aquel verso de Pablo Neruda: «Y el verso cae al alma como al pasto el rocío», de su famoso Poema 20.