Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
VIAJE DEFINITIVO, Juan Ramón Jiménez
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Extrañamente, el sábado 22 de enero, a las seis de la mañana, se escuchó el doblar de las campanas de Catedral, y seguidamente estallaron varios cohetes en el cielo, asustando a una parvada de palomas que merodeaba por la Alameda de la ciudad.
La radio oficial, y las comerciales, en cadena estatal, hicieron sonar a las 10:00 en punto las notas del “Dios nunca muere”, y la monumental bandera que deja verse en las efemérides patrióticas más relevantes del año, lucía a media hasta en el cerro del Fortín, a un costado del auditorio Guelaguetza.
A través de un video oficial que reprodujeron todos los medios de comunicación en sus redes sociales, el gobernador del estado, y su esposa, tan enamorados de la cultura de la tierra de sus ancestros, y especialmente de la fiesta de la Guelaguetza que han promovido tan intensamente por el mundo entero a lo largo de su gestión, expresaron el pésame a todas las comunidades oaxaqueñas, y especialmente a la región de la Sierra Norte, por el deceso del Teniente Coronel Músico José Ventura Gil, recopilador y arreglista de los alegres Sones y Jarabes de Betaza.
“La Guelaguetza es y ha sido un baluarte de la cultura de todas y todos los oaxaqueños, que con orgullo compartimos con nuestros hermanos turistas de todo el mundo. Es por ello que Oaxaca llora la muerte de uno de sus grandes compositores tradicionales, un creador que a lo largo de su trayectoria como director de la Banda Sinfónica del Ejército y la Fuerza Aérea, puso en alto el nombre de la tierra que lo vio nacer, y de todas y todos los músicos que son el patrimonio sonoro de este grandioso estado”, expresó el mandatario visiblemente consternado, para luego decretar tres días de duelo en todo el territorio estatal.
Antes de concluir su mensaje, que tuvo como fondo musical los Sones y Jarabes de Betaza, el gobernante convocó al pueblo a encender una vela o veladora y colocarla por la noche en puertas y ventanas, como símbolo de duelo por la partida del músico, quien, subrayó, al igual que otros compositores como Cipriano Pérez Serna y José López Alavez, “contribuyeron con su enorme talento a construir el paisaje musical que acompaña a nuestra máxima fiesta cultural: la Guelaguetza”.
A este duelo se sumaron prestadores de servicios turísticos del centro histórico de la capital oaxaqueña, colocando moños negros a la entrada de sus establecimientos, y realizaron una colecta entre todos para hacer llegar a la viuda y demás deudos del Maestro Ventura Gil, como gesto de retribución por los aportes del músico a la gran fiesta del mes de julio, que les permite allegarse una importante derrama económica cada año.
De esta forma, autoridades, prestadores de servicios turísticos y ciudadanía, se han volcado en muestras de pesar ante la partida de un oaxaqueño distinguido, cuyos restos reposan desde ayer domingo, 23 de enero, en el camposanto de su sencilla comunidad: San Melchor Betaza.
Trascendió que la Banda de Música de Estado se encuentra preparando un magno concierto en honor del Maestro José Ventura Gil, con una selección de lo mejor de su obra bandística.