OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía FILO).- Luego de 43 años de haberse realizado en el centro histórico, la Feria del Libro de Oaxaca, hoy por hoy la más entrañable de Latinoamérica, dice adiós a la Alameda para trasladarse a su próxima sede: el Centro Cultural y de Convenciones en la Ciudad de las Canteras.
El domingo 3 de agosto de 1975 para ser exactos, se realizó la primera Feria del Libro de Oaxaca, en el portal de Palacio de Gobierno. Aquella edición organizada por la Asociación de Libreros con la intención de sacar los libros a la calle para fomentar la lectura entre la comunidad oaxaqueña, fue montada sobre tablones y cubierta con lonas. La inauguró el entonces gobernador Manuel Zárate Aquino.
Rafael García Pinacho y Ventura López Sánchez, fundador de Proveedora Escolar de Oaxaca, fueron los pioneros de este proyecto que contó con el apoyo de la incansable Arcelia Yañiz, periodista y difusora de la cultura oaxaqueña.
Empezó así el largo camino de la FILO, que en ediciones siguientes se volvería una tradición entre la ciudadanía, siempre durante los últimos meses del año, con proyecciones de cine, audiciones de bandas, marimbas, grupos dancísticos y oratoria.
Ante diversas dificultades, muchas presentadas por la propia autoridad, en algunos años la Feria no se realizó. Asimismo, ocupó espacios como el Palacio de Gobierno, el atrio del templo de San Agustín, el atrio de Catedral, el Paseo Juárez “El Llano”, el Jardín “El Pañuelito” y, más recientemente, la Alameda de León.
Mientras en otros estados nacían, se mantenían o desaparecían proyectos similares, en Oaxaca la Feria tuvo desde el principio fuertes cimientos que generaron la apropiación de la gente, como dan cuenta los periódicos de la época.
A dos meses de su edición 38, Fondo Ventura, organizador de la FILO, anuncia su cambio de domicilio del centro histórico al recinto ferial del Centro de Convenciones, donde se realizará del 20 al 28 de octubre en mejores condiciones tanto para expositores como para el público amante de los libros, y para escritores que mantendrán la cercanía con las y los asistentes, que caracteriza a esta feria, y que la ha convertido en la más entrañable del continente.