En estos días, un tema que estamos escuchando es el Presupuesto de Egresos de la Federación, conocido como PEF. La clase política, especialmente los diputados y las diputadas, con posicionamientos sobre la reducción del mismo en programas sustanciales, con declaraciones para que nos unamos con ellos para defenderlo.
Otros diputados locales, mandando exhortos al Secretario de Hacienda para que no se perjudique a los oaxaqueños. Lo que no dicen, por obvias razones, es que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación fueron eliminados 14 programas dentro del Ramo general 23, conocido como RG23:
1 | Fondo de Apoyo a Migrantes |
2 | Programa para la fiscalización del gasto federalizado |
3 | Proyectos para el desarrollo Regional de la Zona Henequenera del Sureste |
4 | Fondo de Pavimentación y desarrollo municipal |
5 | Programa para el Rescate de Acapulco |
6 | Fondo para fronteras |
7 | Fondo de infraestructura deportiva |
8 | Implementación del sistema de Justicia penal |
9 | Fondo Sur-Sureste |
10 | Fondo de Cultura |
11 | Fortalecimiento financiero |
12 | Contingencias económicas |
13 | Operación y mantenimiento del programa de seguridad y monitoreo del Estado de México |
14 | Fondo para el fortalecimiento de la infraestructura estatal y municipal |
Fondos que no son más que CHEQUES EN BLANCO, sí, con mayúsculas, por los montos económicos que representan; fondos para que los diputados hagan obra pública, para que los diputados cobren su “moche” por su gestión; para que los diputados tengan su constructora; pero lo más lastimoso, fondos para lucrar con la necesidad de la gente más necesitada en los procesos electorales.
En México, el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación es el documento jurídico, financiero y de política económica y social aprobado por la por la Cámara de Diputados a iniciativa del ejecutivo federal. El PEF es un documento que indica la forma en que la Federación ejercerá el gasto que le permitirá cumplir con sus funciones y responsabilidades. Además constituye el medio para canalizar los recursos federales de una manera congruente de acuerdo con los objetivos planteados en el Plan Nacional de Desarrollo.
Su elaboración es un proceso complejo debido a que los recursos limitados con que cuenta el gobierno para cubrir todas las necesidades. El proceso de su aprobación consta de dos fases que culmina con una tercera a partir de la cual inicia la ejecución del mismo.
La primera es el diseño donde se elabora el documento presupuestal. La segunda, la más antagónica, es la fase de aprobación, la parte política cuando el ejecutivo federal presenta ante la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación y la propuesta de ley de ingresos para el año siguiente. Es aquí donde se realiza la discusión, modificación y aprobación del presupuesto. Después se publica en el Diario Oficial de la Federación con lo que adquiere el carácter de ley, esta fase representa el aspecto político debido a que refleja los intereses que prevalecieron en la negociación.
Como ejemplo, en 2016, en el Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal, solo para Oaxaca se asignó una bolsa de 406.8 millones de pesos, que si los dividimos entre los 20 representantes que tiene el estado de Oaxaca en la Cámara Baja, nos resulta una asignación aproximada de 20 millones de pesos para cada diputado. Si a esto, según lo que cuenta la gente, le extraemos un 30% de la “gestión”, le queda a cada representante una bolsa de 6 millones de pesos libres de “polvo y paja”.
Es por esto que vemos las declaraciones y posicionamientos que hacen nuestros diputados federales; los ciudadanos queremos que negocien un presupuesto que cambie o mejore nuestra la calidad de vida y no que negocien programas para impulsar sus aspiraciones políticas.
Cada semana, desafortunadamente, seguimos viendo a diputados federales que se dedican por lo menos 2 días de la semana a inaugurar obras públicas: pavimentaciones, techumbres, canchas y entregando apoyos; pero solo lo hacen con ciudadanos que les retribuyan valor electoral, ciudadanos que son comprometidos para agradecer el favor en las urnas.
De acuerdo con la información del Portal Transparencia Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de 2 mil 123 millones de pesos, al mes de septiembre solo se han pagado 379.8 millones de pesos. Lo anterior, por falta de validación de proyectos viables y que impacten a la población más necesitada.
Existe un subejercicio de mil 744 millones de pesos. El Fondo Regional que cuenta con Mil 340 millones de pesos, al mes de septiembre sin haberse pagado un solo peso. El Fondo Metropolitano con casi 78 millones de en la misma circunstancia. El Fondo para la accesibilidad de personas con discapacidad, con 18 millones de pesos sin poder ser comprobado por la adquisición de 100 vehículos para transporte de personas con discapacidad.
“Se cansó” este gobierno, ya no le dieron ganas de proponer proyectos, está atorado con justificar los que se gastó y no cumplen con lo señalado en las reglas de operación de los programas.
Celebró la decisión tomada por el Titular del Ejecutivo Federal, estos fondos en nada o en poco ayudan a combatir la pobreza, mucho menos a mejorar las condiciones de vida de los oaxaqueños, sí ayudaban a generar bolsas de dinero para aspiraciones políticas futuras.
Por otra parte, utilizar a los campesinos para hablarles de recortes de dinero para el campo, primero hay que decirle a los diputados y diputados que revisen el fideicomiso de Alianza para el Campo, una auditoría al FAPCO para conocer en donde están los verdaderos desvíos que tienen sumidos en la pobreza a los campesinos. Un fideicomiso que está en la opacidad, hoy no es un sujeto obligado a la transparencia y al acceso a la información. El órgano Garante de solicitar al Titular del Ejecutivo que se incorpore como sujeto obligado.
La negociación política del presupuesto es una realidad, por eso, vamos esperar de qué lado están nuestros representantes en la Cámara de Diputados, si del lado de mejorar las condiciones de vida de los oaxaqueños o de sus aspiraciones políticas. Es cuanto.
@acruzpi