La corporación Latinobarómetro en su informe 2016 documenta que a lo largo del tiempo, la democracia en la región de América Latina no despega, sigue anclada por otras variables. Sin guerras, dice el informe, América latina acusa a la violencia, corrupción y desigualdad como los fenómenos que afectan la democracia.
En cuestión de Política, entre 2015 y 2016 hubo 4 elecciones presidenciales. Argentina y Perú con segunda vuelta electoral, República dominicana con un segundo mandato. En Bolivia se convocó a un referéndum para ser electo por cuarta ocasión y perdió. En Guatemala Argentina y Perú hubo alternancia y en Bolivia y Venezuela tuvieron resultados adversos para los gobiernos actuales. El voto está dando alternancia y castigo.
El apoyo a la democracia no mejora, perdió 2 puntos porcentuales, se encuentra en 54% de América Latina, el recambio intergeneracional no aumenta el apoyo a la democracia, no estamos generando demócratas. En contraste, en los 5 países donde aumenta el apoyo, Paraguay, Costa Rica, Panamá, Argentina y Honduras. El más relevante es Panamá que aumento 11 puntos porcentuales. México no se mueve (48%).
La corrupción en Chile, fue factor para que el apoyo a la democracia se desplomara 11 puntos porcentuales. Lo mismo sucedió en Brasil la lucha contra la corrupción y la crisis política hicieron que el apoyo a la democracia cayera 22 puntos porcentuales. Venezuela perdió 7 puntos porcentuales en el último año. En el caso del Salvador, la ola de violencia ha ocasionado una caída de 5 puntos porcentuales en el apoyo.
La caída en general de apoyo a la democracia en América Latina o su estancamiento en algunos países, lo explican otros fenómenos como la corrupción, la mala gestión y la violencia principalmente. Hoy los ciudadanos son más exigentes que hace diez años, a pesar que esos fenómenos han existido, hoy los toleramos menos. El acceso a la información juega a favor de los ciudadanos. El poder político está contra las cuerdas en varios países. Pero, ¿qué pasa en México? escándalos de corrupción un día sí y el otro también, en los distintos niveles de gobierno y no pasa nada; más allá de actos mediáticos, de denuncias que nunca se concretan y ahora hasta actos de perdón públicos? la impunidad es nuestro sello.se concretan,a la informaciuna caida . lo mismo sucedi. ¿Qué hace falta? leyes más punitivas, mecanismos más expeditos para sanciones o mayor participación ciudadana. La impunidad es nuestro sello.
El estudio concluye que son los líderes, la política y sus formas, las que marcan la diferencia de las democracias en la región. La desaprobación de los gobiernos coincide con el apoyo a la democracia a la baja. Ya se cayeron de la nube los gobiernos, la exigencia de eficacia y eficiencia ya están en el centro del debate, cada día les cuesta más trabajo resolver estas variables. Una de sus conclusiones es que la desigualdad, la discriminación y la inequidad social, política y económica son más determinantes que la ideología.
Respecto al indicador – la democracia puede tener problemas, pero es el mejor sistema de Gobierno – el 75% de la región lo afirma. Argentina, Paraguay y Uruguay con aprobaciones por encima del 85%. En México solo el 68%.
Respecto al autoritarismo – no me importa un gobierno no democrático, si resuelve los problemas – este indicador ha disminuido 6 puntos porcentuales en 8 años, pero aún prevalece en más de la mitad de los países. Honduras y El Salvador son los países más autoritarios, Chile es lo contrario. En México el 46% lo considera así, la democracia no ha dado buenos resultados en la calidad de vida de los ciudadanos. La alternancia en los distintos niveles de gobierno no la ha mejorado. Citando a la Dra. Denisse Dreser, una vez en el poder los partidos de oposición se “PRIízan”.
En cuanto a obedecer las leyes sin excepción, en la región aumentó esta variable, un 65% lo apoya, México el país que menos lo apoya, solo el 56%.
Estas son algunas percepciones de quienes viven en la Región, que nos abren la posibilidad de estudiar los altos niveles de abstencionismo y el sentido del voto en nuestro país, el desencanto por la democracia es evidente. Se confirma nuestra débil y simulada democracia, los invito a consultar este informe, sobre todo a la clase política para que conozca la percepción de los ciudadanos. La barda que separa al gobierno (clase política) de la sociedad civil, empieza a desplomarse.