GAYNE RODRÍGUEZ*
Novela de Elena Poniatowska. Editorial Seix Barral, 2017.
El tren pasa primero nos remite a los años cincuenta en un México en el que los movimientos sindicales eran reprimidos, mejor dicho sofocados hasta las últimas consecuencias por los gobiernos de los regímenes de la época. En sus páginas, la reconocida autora narra la vida de Demetrio Vallejo bajo el nombre de Trinidad Pineda; un trabajador ferrocarrilero comprometido con la lucha y defensor incondicional de los trenes; símbolos del progreso en la época de Porfirio Díaz, y, literal, vía de desarrollo de un país en plena pujanza del siglo XIX.
En las páginas del libro ganador del Premio Rómulo Gallegos, el lector sentirá cómo el protagonista lucha hasta las últimas consecuencias por los derechos de los trabajadores y es reconocido por su valor y compromiso con el pueblo, un pueblo derrotado por el hambre y la bota dominante del Estado.
Es este un retrato de los sindicatos charros vendidos, líderes coludidos con el gobierno, movimientos que terminaron con el encarcelamiento de trabajadores que peleaban por una vida digna, un salario justo, una vivienda; los más golpeados por el régimen.
Como un tren que recorre las vías del México agreste y duro, la vida de Trinidad Pineda va pasando cadenciosamente por cada página dejándonos un regusto de su amor por la patria y por la gente pero principalmente por las máquinas que recorrieron de norte a sur, y de este a oeste cada tramo con el hoy casi desaparecido ferrocarril.
Elena Poniatowska ha sido galardonada con premios de gran nombre como el Premio Cervantes de Literatura en el año 2013. Es una autora que gusta de la denuncia social como lo hizo en La noche de Tlatelolco en 1971, así como de retratar la vida del México bravo como en Hasta no verte Jesús mío en 1969, entre otros muchos títulos. El tren pasa primero, no es la excepción, en tres partes y cuarenta y cuatro capítulos nos lleva de la mano a través de regiones y pueblos, vidas y pensamientos de ese México contradictorio y único.
En el año de 1972 el tren pasó por Iguala y por el pueblo de Mezcala por última vez. El pueblo de Mezcala fue inundado para dar paso al progreso, para la creación de la presa del Caracol en el Estado de Guerrero. Fue la última vez que escuché el sonido sobre las vías, que sentí el vibrar en los durmientes. Poco después se desmanteló y vendió completo el sistema ferroviario del país.
Hoy a algunos les quita el sueño el pensar que un nuevo sistema de ferrocarriles pueda recorrer el sureste del país; pensar que la selva se destruya con el Tren Maya; proyecto primordial de desarrollo del actual gobierno. Les molesta que exista un sistema de ferrocarriles modernos que vuelva la vista a la región de una de las mayores civilizaciones que han existido: los Mayas. Muchos se llenan la boca diciendo que los trenes en Europa son magníficos, que conectan a los países de ese y de otros continentes trayendo y llevando a miles de turistas fascinados con los paisajes que aparecen en las ventanillas donde pueblos rústicos ven pasar el veloz aparato. ¿Cuántos siguen pensando que nuestro país pertenece al tercer mundo por no tener esas vías de comunicación? Entonces, ¿quién les entiende?
Reseña realizada por Gayne Rodríguez Guzmán, autora de La esclava de la seda, integrante del Colectivo Cuenteros y alguien que vivió en carne propia la emoción de viajar en tren y que añora verlo otra vez cruzar este maravilloso país.
1 comentario
Que gusto encontrar esta recomendación de Elenita en donde narra la vida de un luchador social que amó los trenes, símbolo de unión entre comunidades y pueblos que si prosperaron, fue gracias a que tenían este medio a su alcance. Hoy, en algunos lugares, persiste el abandono y pobreza que dejó el haber rematado nuestra empresa ferrocarrilera a cambio de humo y espejos. Habrá quienes no se sintieran dueños diciendo “ni que fuera mio” pero en realidad fue de todos los mexicanos, porque todos en su momento tuvimos la oportunidad de disfrutarlo. Volveran esos dias, y no solo con el grandioso proyecto del Tren Maya. Oaxaca en el 2024 se unirá a un ramal de este proyecto. Se unirá tanto a Palenque como a Chiapas. Imaginen el progreso que se vendra para nuestra olvidada tierra por siglos.
Si, la selva, los bosques, y demas ecosistemas. Estos proyectos, aunque no lo crean, los estan cuidando, y en algunos casos, se dejara mucho mejor de como lo encontraron. Si creyeron engobiernos anteriores que nada hicieron y todo robaron, porque niegan su confianza ante uno que ha cumplido con esta enorme obra en todos los sentidos.
Saludos, gran texto y recomendación, a leer a Elenita.