HUGUET CUEVAS
SANTO TOMÁS JALIEZA Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Como a cientos de familias artesanas, a Blanca Edith Gómez Gómez la pandemia por el COVID-19 la orilló a transformar la oferta de su negocio para poder sobrevivir.
Hasta hace unos meses, la jefa de familia se dedicaba a comercializar piezas elaboradas en telar de cintura como son cosmetiqueras, lapiceras, caminos de mesa, cojines, quexquemetl (llamadas también “mañanitas”), diademas, además de pulseras y bolsas.
En esta comunidad aun se utilizan los tintes naturales como el añil, huizache, sábila, toronjil y grana cochinilla para dar color a cada una de las magníficas piezas que se han elaborado por generaciones.
Hoy en día, Blanca también elabora cubrebocas artesanales con diseños de Jalieza. Se trata de piezas únicas elaboradas en su taller que constan de tres filtros: telar de cintura, pellón quirúrgico y tela de algodón; además de estar disponibles también para niñas y niños.
Blanca relata que antes del confinamiento, ella solía hacer entregas y comercializar sus productos en el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca, sin embargo, dejó de hacerlo regularmente por el riesgo de contagio del COVID-19, sobre todo, por el temor a infectar a su pequeña hija.
“Comencé a elaborar cubrebocas por necesidad, pero sobre todo para cuidar la salud de mi nena porque a veces muchos comerciantes solo pensamos en nuestro bolsillo, ¡pero no! creo que en este momento debemos elaborarlos pensando en la salud de todos”, señala.
Y añade: “con los tres filtros lo que busco es que se sientan seguros y se sientan cómodos, principalmente en la parte de la boca y la nariz; le ponemos ligas adheribles que no lastimen las orejas o liga de borla “. Cada cubrebocas tiene un precio de entre 50 y 90 pesos
Blanca está consciente de la situación actual: “Las ventas bajaron considerablemente y la economía está por los suelos al no entrar turismo no hay productividad económica”; sin embargo, confía en que las personas priorizarán su seguridad.
“Debemos fijarnos bien en adquirir los cubrebocas que nos ofrezcan la seguridad para salir a la calle, yo he visto algunos muy económicos, hasta de 20 pesos, pero son de tela pintada y no te protegen mucho”, agrega.
“Me imagino que en cada familia es una persona la que sale a trabajar en esta pandemia, imagínese que yo llegara a mi casa usando ese pedacito de tela y saludo a todos, así iniciamos los contagios, uno tras otro, porque esto no va a parar pronto”, añade.
El ingreso económico de Blanca depende directamente de sus ventas diarias, con ello debe mantener a su hija y aunque actualmente para ella es complicado comercializar sus piezas, está segura que la decisión de priorizar su seguridad quedándose en casa, es lo mejor.
“Me pongo en el lugar de otras personas que tienen dos o tres niños y digo: ¡Si yo tengo una hija y me las veo duras, imagínese ellas!”, comenta.
Blanca Edith, cuya familia se ha dedicado a la elaboración de artesanías desde hace tres generaciones, oferta sus productos en la calle Benito Juárez Número 3 en Santo Tomás Jalieza.
Santo Tomás Jalieza es un municipio perteneciente al Distrito de Ocotlán que se encuentra ubicado a unos 25 kilómetros de la capital oaxaqueña.