RAGA DE SAN GABRIEL
“Raza, lengua y religión son los pilares sobre los que se erigen la catedrales de las identidades, junto con sus expresiones más sublimes de arte y filosofía.”
La hispanidad: fiesta y rito/ Leonardo Da Jandra
Nunca han sido el mestizaje y la emigración sucesos aceptados históricamente, pero evolucionamos como especie mezclándonos. Como pintora sé muy bien que lo principal en la pintura es la mezcla de los colores, los matices que se pueden lograr con los distintos azules, rojos, amarillos, blancos, verdes y negros son realmente infinitos, pues esto se aplica también a las diferentes razas humanas.
No todos los que emprenden el viaje a Estados Unidos logran llegar a su destino, y no son pocos los que mueren en el camino, pero es gracias a ellos que México no ha colapsado por esta crisis global, pues está recibiendo las remesas que tan generosamente mandan a sus familias. Lo que los ricos sacan afrentosamente de México lo regresan duplicado los migrantes, a pesar de la mundial crisis económica que estamos sufriendo. La solidaridad de las familias mexicanas en el seno del Imperio con sus ritos y fiestas, con su identidad pujante es la que va a darle un nuevo impulso a la cultura planetaria que se está forjando en suelo norteamericano, y es la mujer la que porta el estandarte promisorio y determinante de esta identidad hispana.
Empieza a crecer entre los migrantes que se embarcan en la aventura de llegar a suelo norteamericano, encomendarse a la sirena que señorea el mar, a la sirena de Ixhuatán, esta es su historia:
Se embarcaron en la noche, con un cielo oscurecido por signos de tormenta, el miedo a zozobrar embargaba a los veintiocho pasajeros que compartían el sueño de llegar a suelo americano; pero el guía disipó sus dudas y los convenció al decirles que así no los descubrirían las patrullas marinas.
Llevaban varias horas de navegar cuando la tormenta arreció y el guía empezó a arrojar a varios pasajeros por la borda para que la lancha no naufragara… Nadie dijo nada para oponerse a esta vil acción, y tiempo después, lo inevitable sucedió: la lancha con el capitán fueron arrastrados hacia las profundidades por una gran ola. La mayoría sobrevivió tratando de mantenerse juntos flotando con las llantas que habían llevado. Un muchacho, que había estado muy callado todo el camino, empezó a perder la razón y a gritar que Satanás le había mandado para que matara a todos y empezó a ahogarlos de uno en uno, hasta que una mujer, en un gesto heroico y para salvar a los restantes sobrevivientes, se abrazó a él y se hundieron juntos…
Esta joven mujer había contado en la travesía que su novio fue el que pagó para que se reuniera con él en Los Ángeles, pero que había tenido un sueño un día antes de embarcarse, en el que un ser marino azul muy bello la invitaba a vivir en el mar y dejar la tierra para siempre diciéndole, en su lenguaje marino, que así ella se convertiría en una valiosa ayuda para que los que surcaran el mar en busca de un futuro promisorio… Como era muy devota a la Virgen de Guadalupe le pidió, antes de embarcarse, que la protegiera de los peligros del camino, que le ayudara a llegar a su destino y le diera fuerza para lograrlo.
Chico Pérez, ostionero de Bajos del Arenal, fue el primero en ver a esta sirena en 2008, y partir de este suceso varios han sido los pescadores que la han visto. Los náufragos migrantes, que han sido salvados de morir ahogados por este ser marino, la han descrito como un ser alado, con cola marina y con un bello rostro de una joven mujer en azules, pelo largo negro y lleva en su pecho una imagen de la Virgen de Guadalupe. Por eso los migrantes antes de emprender su viaje marino se encomiendan a la sirena de Ixhuatán, y todos recuerdan lo que les dijo al rescatarlos del abrazo marino: “Lo que resurge del fondo de la aparente derrota supone un paso adelante en la carrera evolutiva”.