OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- En los tiempos del cambio de gobierno, presupuestos de las secretarías y nombramientos de nuevos servidores públicos, la comunidad cultural deberá superar posiciones contestatarias para encontrar en los espacios de conservación y ecología temas y recursos para el desarrollo cultural sostiene el artista plástico Mauricio Cervantes (Ciudad de México, 1965).
Su más reciente exposición “La tierra es cruda… y sin embargo se mueve”, exhibida del 28 de octubre 2018 al 13 de enero de 2019 en el Centro Cultural Santo Domingo, complejos escultóricos de arcilla y fibra de maguey, muestra su interés por el entorno y sociedad, y expresiones artísticas.
“Se requiere sacar el arte de los espacios institucionalizados, hay potencial en otros públicos, pero el artista se niega a recorrer lo inusitado”.
-¿Tu posición implica una negación del mercado del arte?
-Sería inocente decir que no puedes apoyarte en el mercado, no estoy negando el desarrollo económico, no niego el mercado del arte, pero si trabajas en Oaxaca se establece un punto de partida con base en el activismo y la cultura.
Enfático, sostiene: “Oaxaca cuenta con la biodiversidad más grande de este país, el artista visual no puede estar ajeno a esta cadena de hechos y realidades”.
Ganador del Premio al Mérito Ecológico 2017, que otorga la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, en la disciplina de Comunicación y Cultura Ambiental por su proyecto Centro de Divulgación de Abejas Nativas de Oaxaca (2015), considera que “los espacios de desarrollo artístico están en los rubros arte, cultura, medio ambiente y sociedad; no hay gobierno, sea de izquierda o de derecha, que se niegue a dar apoyo en estos espacios”.
-¿Hay interés de los nuevos servidores públicos?
-Sí lo hay, se trata de gente que viene trabajando desde hace muchos años en fomentar nuevos temas y otros públicos en el arte.
Pone ejemplos concretos de creadores artísticos que sostienen la ruta del conservacionismo como estrategia de trabajo: el chef Enrique Olvera, el artista textil y promotor cultural Remigio Mestas, Demián Flores y Peter Pan Van Lengen, el bioarquitecto descalzo.
Se precisa revalorar la herencia biocultural y hacer el trabajo desde la integración del lenguaje del arte, “no reducirnos a la experiencia estética del artista”, concluye.